El día que aprendí a amarme
comprendí que era fácil amar a los demás
y aceptar lo diferente
a pesar de lo que dijera mi mente.
El día que aprendí a confiar en mi misma
empecé a ver el mundo con nuevos ojos
y mi vida dejó de ser tan dura
porque al fin pude caminar sin armadura.
¿Por qué sufrí? ¿por qué luché?
¿por qué tanto me desazoné?
si solo tenía que curarme por dentro
para ver como sanaba todo lo que me rodeaba.
Hoy veo la Vida en azul y rosa
lo cual no es poca cosa
y hasta cuando se pone seria
la sigo viendo... Bella.
La vida es bella por el solo hecho de tenerla.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo. Un abrazo Alfred.
EliminarCuando se sufre lo imposible
Eliminardeja de ser bella
pero para eso hay que estar en esos zapatos
si no no se entiende
No sé apenas nada de la situación de tu hijo, perdona mi atrevimiento, deseo de verdad que todo salga bien.
EliminarUn abrazo muy grande.
Buenos sentimientos y amor a la vida. Un hermoso poema.
ResponderEliminarGracias Joselu, eres muy amable. Un abrazo.
EliminarLa vida es muy bonita, pero yo, si acaso, con un millón de euros me conformo.
ResponderEliminarBesazo, que eres más buena que'l pan.
Con abundancia todo se ve mejor, digo abundancia porque el dinero en mi opinión esta sobrevalorado, es necesario sin duda pero no lo más importante, ji,ji. Sé que esto que dices da mucho de sí, pero esa tendencia mía a lo literal que ya habrás observado, me sirve de freno para no divagar.
EliminarLo de ser buena va por días, como todos, pero ayuda tener días buenos. Un abrazo Pitt.
Si no sabemos valorarnos, respetarnos y querernos a nosotros mismos, no podemos hacerlo con los demás. A veces la vida no nos lo pone fácil, pero mientras ella siga latiendo, no hay que rendirse en el intento; porque bien lo merece, a pesar de los pesares...
ResponderEliminarBello y reflexivo poema, Ana.
Un placer leerte en esta noche...
Abrazos enormes 💙
Así lo veo yo también, y las crisis como dicen los japoneses significan oportunidades. He chocado con la misma piedra muchas veces hasta que aprendí, más o menos, a esquivarla. No viene nadie a salvarte, porque es un asunto propio, darte el tortazo y rehacerte.
EliminarGracias por tus palabras, también es un placer leer vuestros comentarios, un abrazo Ginebra.
Me alegra mucho que lo hayas conseguido.
ResponderEliminarBesos.
Lo intento, no todos los días se consigue. Gracias por pasarte Amapola, un gran beso y un abrazo, que por aquí se pueden dar sin miramientos, y hasta se pueden notar, si quieres sentir su abrigo.
ResponderEliminarLa vida tiene sus cosas buenas y malas. Pero para saber apreciarla lo primero que hay que hacer es amarse uno mismo, asi que me parece estupenda tu decisión.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo lo veo así, a veces nos hacen creer que amarse a uno mismo es egoísmo, qué locura, tienes que amarte, y amarte mucho, para poner amor en lo que haces, no puedes dar lo que no tienes y te agrias si te falta ese amor, compasión, respeto ... que todos merecemos, hacia los demás y sobre todo con nosotros mismos.
EliminarEstoy casi segura de que si todos nos amásemos mucho, el mundo mejoraría una barbaridad.
Un abrazo Rita.
La vida es ante y sobre todo posibilidad. Todo lo demás es subjetivo. Que siga cundiendo el ánimo que rezuma ese escrito.
ResponderEliminarMe gusta mucho la frase: la vida es posibilidad. Pienso que es una secuencia de pasos que te llevan a alguna parte, a veces caminamos por inercia pero otras escogemos la senda que nos interesa y aunque no acertemos, que pasa muchas veces, si elegimos, al menos aprendemos por donde no nos conviene ir.
EliminarUn abrazo Fackel.
Que texto mas bueno!!! Es maravilloso poder sentir la vida de esa manera, como un regalo que nos es otorgado, con sus cosas maravillosas y otras no tanto, pero que podemos ir modificando cuando evolucionamos y crecemos desde adentro, y sobre todo cuando agradecemos estar vivos!!! Un abrazo grande!!!
ResponderEliminarEso es exactamente lo que pensaba cuando me puse a escribir, qué lo más importante es como te sientes por dentro, y si te sientes bien, lo que te rodea deja de ser hostil, y puedes ver la vida con otros ojos, como un regalo, sí.
Eliminar¡¡Un gran abrazo Eli!!
Curarse por dentro y ver sanar todo lo que te rodea... amarse uno mismo y aprender a amar a los demás, confiar en uno y por tanto en la vida. Es tan, pero que tan importante lo que has aprendido... que no me extraña que la vida, incluso seria, sea bella para ti. Son lecciones de oro que conviene no olvidar nunca.
ResponderEliminarGracias por recordárnoslas a través de tan profundo texto.
Un abrazo grande con gratitud por tus lecturas en mi casita :)
Son lecciones que aprendes cuando después de hacer lo contrario y darte contra un muro, pruebas de nuevo en otra dirección, y resulta que el cambio que quieres ver fuera solo tienes que sentirlo en tu interior, y la magia se hace sola, por increíble que parezca.
ResponderEliminarUn gran abrazo Volarela, me gusta tu casita.
Lo que más cuesta no es amar sino en confiar en uno mismo. Bellas palabras Ana.
ResponderEliminarUn beso desde Plegarias en la Noche
Sí, es difícil confiar, no nos lo ponen fácil. Este mundo esta lleno de amenazas, y si te vuelves demasiado sorda acabas siendo autista pero si escuchas demasiado te minan la confianza, habrá que tirar por el camino del medio, supongo.
ResponderEliminarUn besito Tiffany.