"NO HAY UN CAMINO QUE LLEVE A LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO" M. GANDHI
Trátate a ti mismo de la manera que quieres que te traten, no esperes que alguien te dé lo que tú no eres capaz de darte

martes, 15 de marzo de 2022

¿Quién se acuerda del 15M?


Para mi el tiempo de manifestarse ya pasó

pues creo que de poco sirvió.

Nos crecieron alas en comunión con otros iguales

que se sentían personas, no números, y querían ser vistos como tales.


Fue una etapa intensa aunque efímera que ya  es historia pasada

ahora entre pandemia y guerra continúa la jugada,

negocio asegurado para los que abastecen el supermercado del mundo

aunque el ambiente se tense y se vuelva cada vez más iracundo.


No parece que hayamos aprendido mucho del 15M, o tal vez sí

yo he aprendido que las respuestas no están en las masas, solo dependen de mí.



Hoy he visto un video sobre el análisis del 15M que hizo en su día J.L. Sampedro, tan actual como hace 10 años. Lo localice en una de mis antiguas entradas del blog: 

https://la-opinion-motor-del-cambio.blogspot.com/2016/06/tenemos-el-modelo-politico-que-nos.html



Cuando experimentes dolor



Me he tropezado en internet con esta curiosa fábula:


Un buen día, un maestro hindú se cansó de escuchar las quejas de su discípulo y decidió darle una lección.

Le envió a buscar un puñado de sal. Y cuando éste regresó, le pidió que tomara un poco de sal y la echara en un vaso de agua, para luego beberla.

¿Qué tal sabe? le pregunto el maestro.

Esta salada, respondió el discípulo.

El maestro, con una sonrisa en el rostro, le pidió que le acompañara al lago. Le  pidió que echara la misma cantidad de sal y que bebiera el agua. Y así lo hizo el joven.

¿A qué sabe el agua? le preguntó.

Está muy fresca.

¿Te supo a sal?

No, en absoluto.

Entonces el maestro le dijo: el dolor que hay en la vida es como la sal. La cantidad de dolor es la misma, pero el grado de amargura que probamos depende del recipiente donde vertemos la pena.

Por tanto cuando experimentes dolor, lo único que tienes que hacer es ampliar tu perspectiva de las cosas. Deja de ser un vaso de agua y conviértete en un lago.



jueves, 3 de marzo de 2022

Historia de un blog

En enero de 2013 decidí crear el blog, me encontraba en el paro por lo que tenía mucho tiempo libre. La duda estaba entre usar blogger o wordpress pero me decidí por blogger por ser más sencillo. No sabía bien que iba a hacer con él, simplemente una mañana me puse a ello y así nació el blog, más o menos personalizado y con mi primera entrada.

Mi primer escrito lo titulé -A donde ha ido a parar la conciencia social- había leído un artículo sobre el millonario Warren Buffett que me impactó, el hombre reconocía abiertamente que el ciudadano medio pagaba el doble de impuestos que un millonario. Me pareció un tema digno de opinión, tenía ganas de quejarme pues andaba cabreada por las consecuencias de la crisis de 2009, creada por entidades financieras que se la jugaron sabiendo bien quien pagaría los platos rotos. 

A los pocos días volví a publicar, la tónica de esa época era mi indignación, veía el mundo como un lugar hostil y me dolía saber de casos como el de los bebés robados que fue tema de mi segunda entrada. Y seguí publicando, sobre el ataque a la libertad de expresión, el alto paro, el caso Bárcenas, el horror de los desalojados de su vivienda.. creía que denunciar lo que me parecía que estaba mal podría ayudar a cambiar en algo la situación. En paralelo al mundo caótico de noticias que me indignaban también publicaba sobre mis ideales, hablaba de las segundas oportunidades, bancos de tiempo, reflexiones varias... .

Tras pasarme todo el 2013 y los primeros meses del 2014 denunciando los atropellos que a diario mostraban las noticias y tras cavilaciones que parecían inútiles, sentí un coraje y un hastío colosal. Cuando empecé con el blog creía que me iría bien para descargar mi frustración pero era justo lo contrario. Así pues, decidí que no iba a escribir más sobre las desgracias del día a día y puse a dormir el blog durante varios años.

A finales de 2018, mi vida o más bien mi forma de ver la vida, había cambiado por completo. El mundo ya no era tan hostil y aunque las noticias seguían siendo desalentadoras, cada vez les prestaba menos atención. En esa época me había dado cuenta del error de frustrarme con lo que no podía solucionar de ninguna manera y mi forma de pensar había dado un giro de 180 grados. Escribí una entrada -En busca de la felicidad- en la que trate de resumir mi idea de una vida agradable, ya no intentaba cambiar el mundo, trataba de cambiarme a mi misma para ver el mundo con otros ojos. Me interesé por la psicología y todo lo relativo a las emociones, indagando lo que pude sobre los estereotipos que llevaba años arrastrado, descubrí Biblioteca Pléyades que durante un tiempo sació mi curiosidad en temas de los más variopintos, también me encantó  descubrir el blog de Emilio Carrillo, empecé a escribir en verso... . 

Recuerdo que en los primeros años del blog apenas tenía comentarios y me hacia mucha ilusión que alguien se decidiera a comentar algo. Con el tiempo fueron llegando los comentarios y a mediados del 2020 se había animado mucho el tema y empezó a requerir más tiempo del que me imaginaba. Comenzaba el  2021 en un momento de mi vida en el que andaba bastante liada por lo que me empecé a replantear el continuar con el blog, analizando el tiempo que me llevaba escribir y contestar los comentarios, más el tiempo en devolver visitas, la conclusión era que me estaba complicando la vida en exceso, así que me tomé un descanso.

Y llegó diciembre, 11 meses después de mi anterior entrada tuve la necesidad de echarle un ojo al blog, no tenía claro si lo iba a retomar pero de hacerlo sería sin forzarme demasiado, iría a los blogs amigos y a los que fuesen surgiendo en mi camino cuando me apeteciese, y solo comentaría si tenía algo que decir. El caso es que casi sin darme cuenta estaba escribiendo una nueva entrada -Me siento parte de algo grande- y la hice con el corazón, entendí que este mundillo me aportaba mucho y no deseaba renunciar a él. 

Hoy, 3 de marzo, en ello ando, irregular y errática como la vida misma. Publico cuando puedo y me apetece, y navego por un grupillo de blogs en los que me siento a gusto, sé que podría abarcar más pero de momento estoy satisfecha.