🌸
ama
perdona
sé generoso
intenta no pelear
para saborear la paz
agradeciendo lo que tienes
dándole sentido a lo que haces
tratando de ser esa luz que andas buscando
y no te olvides de cantar, bailar... de celebrar la vida
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
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ama
perdona
sé generoso
intenta no pelear
para saborear la paz
agradeciendo lo que tienes
dándole sentido a lo que haces
tratando de ser esa luz que andas buscando
y no te olvides de cantar, bailar... de celebrar la vida
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imagen de Geralt https://pixabay.com/es/users/geralt-9301 |
En otoño todo se va ralentizando a la par que aumentan las horas nocturnas, pero ya se acerca el invierno y estoy deseando la llegada del solsticio éste 21 de diciembre, y que dejen de menguar los días. En el otro extremo del mundo estarán a la espera del solsticio de verano, es lo que tiene la mayor inclinación del eje de la Tierra en su recorrido alrededor del sol, pero aquí, asistimos a una paralización que afecta a las plantas, animales, e incluso a las personas, algo que se tenía asumido en tiempos ancestrales cuando por estas fechas se centraban en plantar semillas que en primavera darían sus frutos, otra forma de vida, otras costumbres.
Algunas tradiciones antiguas han caído en desuso, otras se han adaptado como el caso de la Noche de las Madres, un culto a la maternidad que se puede considerar como un antecedente de la Nochebuena. El solsticio de invierno avisaba del inicio de una celebración muy esperada, la llegada de más luz, que ahora asociamos al alumbramiento de un Maestro. Lo cierto es que la Nochebuena como homenaje a la figura de María y su hijo por lo que supuso ese alumbramiento, hoy en día es más bien un homenaje a la comida, aunque se pueden dar encuentros con familiares y amigos que de alguna forma compensen ese derroche.
Pero volviendo a la Noche de las Madres en la Europa primitiva, se trataba de una festividad muy singular. Cuentan algunas fuentes que la noche del 24 de diciembre era especial pues tres mujeres vestidas de blanco solían sobrevolar los tejados de las casas y traían regalos, y también buenos consejos. Era una jornada en la que en los hogares se cocinaba con mucho mimo y tras una cena especial, se dejaban tres platos y lo necesario para que las deidades pudiesen degustar lo que habían preparado. Curiosamente en la tradición celta más antigua que ponía el acento en el cambio de estación, el inicio de año no era el Samaín sino el solsticio de invierno que se festejaba en la línea de la tradición nórdica y la anglosajona de origen germánico (fiesta de Yule y festividad de las Disen). En una obra "De Temporum Ratione" escrita por un monje benedictino llamado Beda, se dan detalles sobre las fiestas paganas anglosajonas y en ella hay referencias a esa Noche de las Madres. Por desgracia no hay mucha información sobre esta festividad pues era una época en la que las tradiciones pasaban de padres a hijos de forma oral y muchos detalles no fueron recogidos en textos. Quedan a la vista los altares que se erigieron a las Madres, como el de Nettersheim en Alemania, que pongo a continuación.
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imagen de: David Esser ID 239783721 Dreamstime.com |
Así pues podemos ver el solsticio como precedente de las fiestas a las que en breve vamos a llegar, y asociado a él la costumbre de agasajar y confraternizar, honrando además el espíritu de la maternidad que yo me atrevo a condensar en dos adjetivos, calidez y generosidad.
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imagen de NoName_13 https://pixabay.com/es/users/noname_13-2364555 |
Hace días leí una poesía que me enamoró y luego me sorprendí ante la imagen que me trasladaba su autor al ver una fotografía, me ha dado por pensar en cómo nos puede afectar el aspecto, o la vida personal de un escritor sin apenas conocer su obra.
Cuando vi a Luis Alberto de Cuenca casi al momento me asaltó un estereotipo y hasta me pregunté como ese hombre había escrito una poesía tan hermosa con esa corbata, la postura, el hecho de vivir en el Barrio de Salamanca... Lo de las ideas preconcebidas no es nada nuevo, hace tiempo que me vengo observando. Así que tras dudar no me quedo otra que quitarme la toga de juez ji,ji, y sacar de mi mente esas creencias que me estaban fastidiando el momento. A mi me gusta de los poetas su predisposición a describir la condición humana, especialmente cuando me provocan cierta complicidad, ese estar a gusto en la mirada del que escribe.
La poesía en cuestión era: