"NO HAY UN CAMINO QUE LLEVE A LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO" M. GANDHI
Trátate a ti mismo de la manera que quieres que te traten, no esperes que alguien te dé lo que tú no eres capaz de darte

miércoles, 1 de noviembre de 2023

La protección




Había comenzado la mañana con un suceso extraño, a primera hora mientras Aya oteaba el cielo, observó unos curiosos fogonazos en torno al sol que la desconcertaron. Y para rematar lo anecdótico del día, el pueblo había sufrido numerosos apagones. Los cortes de electricidad eran algo bastante habitual en la apartada localidad pero en ninguna ocasión que ella recordase habían sido tan frecuentes, ni de tanta duración. Tal vez por ese motivo tras cerrar la joyería que regentaba su familia desde hacía décadas, se dirigió a su casa dubitativa, con la extraña sensación de que algo no iba bien. 

En pocas horas Aya tenía previsto asistir a una cena especial de noche de difuntos pero cuando llegó a su hogar y subió a su habitación, se quedo petrificada mirando la ropa y accesorios dispuestos sobre la cómoda. Sintió que algo en su interior le susurraba que no debía asistir a esa cena, y era tan patente que hasta casi podía oír como algo le decía "no vayas, no, no vayas a ese sitio".
Resolvió darse una ducha para despejarse y tratar de suavizar el remolino de sensaciones que en ese momento parecían haberse desbocado. No era una persona miedosa pero por alguna razón ese día sentía una inseguridad que no recordaba haber padecido antes. 
No obstante, cuando salió del baño descubrió con alivio que se encontraba mucho mejor, de alguna forma parecía haberse despojado del malestar que hasta no hacía mucho le había rondado. Más animada, se posicionó por segunda vez frente a la cómoda decidida a vestirse y arreglarse para la ocasión. Tenía tiempo suficiente así que se preparó con calma y tras contemplarse en el gran espejo de pie que presidia un extremo de la habitación, bajo las escaleras dispuesta a acceder al garaje y dirigirse a la casa de los Domain, los anfitriones de la celebración.

Ya en el coche, introdujo la llave para arrancar el vehículo pero al girarla se produjo un silencio atípico, como si el motor se negase a ponerse en marcha. Lo intentó varias veces sin escuchar ningún tipo de ruido y con fastidio tuvo que asumir que la batería de su coche se había descargado. No se lo podía creer, era una batería vieja pero hasta ese momento no había dado ningún síntoma que le hiciese pensar que se estaba agotando. Alterada, se bajó del coche y caminando en círculos analizó la situación. Los Domain vivían  a las afueras del pueblo, justo en el otro extremo, y aunque se había calzado las botas militares tan hechas a su pie que parecía como si caminase en zapatillas, la distancia que tenía por delante era tal que no cabía la opción de ir andando. La casa del mecánico en cambio estaba a pocos metros de su vivienda y tal vez le podía solucionar el percance pensó, y se puso en marcha.

No tardó en avistar la casa de Darío y comprobó que el taller estaba cerrado, como ella también tenía su horario, pero estaba convencida de que la ayudaría en lo que pudiese pues era una excelente persona. Al llegar a la altura de la vivienda vio un folio pegado a la puerta y tuvo un mal presentimiento. Se acercó más y tal y como pensaba la nota decía que estaría unos días fuera del pueblo por un asunto familiar. De nuevo, la sensación de que algo raro estaba sucediendo se hizo patente, hasta el punto de hacérsele un nudo en la garganta. Miró hacia arriba, a las montañas, tratando de calmarse y en su cabeza surgió una idea insólita, algo la incitaba a subir por el sendero que partía muy cerca de la casa, con la idea de contemplar la puesta de sol. Se sacudió la cabeza como para sacar esa idea de su mente, pero una fuerza que parecía irresistible la hizo echar a andar hacia el sendero vestida con unos ropajes que le llegaban hasta los pies y un tocado en la cabeza un tanto excéntrico, el atuendo era tan inadecuado que no pudo evitar soltar una carcajada mientras comenzaba el suave ascenso. Rumbo al alto de Somao pensó, riéndose por dentro y por fuera. Había previsto subir al alto al amanecer del día siguiente, para ver mejor el eclipse del que todos hablaban, se decía que tardaría más de 300 años en volver a producirse en el mismo lugar, y allí estaba, recorriendo el sendero vestida para una cena a la que no habría de ir.

Los cuatro primeros kilómetros eran un paseo agradable con una pendiente poco pronunciada pero en  los dos últimos la subida se acentuaba y se hacía más pesada. Aya tardó casi dos horas en completar el ascenso, el sendero estaba cuidado pero el vestido le molestaba y la obligaba en muchas ocasiones a caminar haciendo de él un ovillo para poder ver por dónde pisaba. Finalmente completó la subida, con los bajos del vestido destrozados pero inexplicablemente con una sensación de paz indescriptible. A lo largo de la caminata se había percatado de que el cielo se estaba encapotando y al llegar a su destino pudo comprobar que ya no había ni rastro del cielo azul que había sido la tónica general del día. Gruesos nubarrones grises lo cubrían por completo por lo que la posibilidad de observar la puesta de sol se había esfumado. Sin embargo, una sorpresa inesperada la lleno de alegría, un perro blanco que era la viva imagen de Nieve movía el rabo entusiasmado ante su presencia en aquel solitario lugar.

Mientras se acercaba, con el corazón latiendo frenéticamente en el pecho, recordó el día en que encontraron a Nieve, un cachorro abandonado al que escucharon gemir aquel domingo de picnic en la montaña. Lo llevaron a casa de su abuelo que adoraba a los perros, por si deseaba quedarse con él. Su único abuelo, los demás habían fallecido antes de que naciera, en cuanto lo vio supo que era un cruce de perro y lobo pero a pesar de ello, lo acogió y lo crió con paciencia y disciplina hasta que se convirtió en un adulto cariñoso y protector de la familia y de la casa. 
Nieve tenía la costumbre de cerrar los ojos cuando Aya le acariciaba la cabeza y sin dudarlo, al llegar a la altura del animal, lo acarició haciendo círculos entre las orejas como le solía hacer a Nieve. Su sorpresa fue mayúscula cuando éste cerro los ojos y se pego a ella como hacía su adorado animal de la infancia. Los ojos de la joven se llenaron de lágrimas y de rodillas se abrazó a él con el corazón rebosante de amor. Nieve había sido compañero de juegos, amigo protector y cómplice en alguna de sus travesuras, la compañía y el cariño que el perro le había transmitido era inestimable pues Aya no tenia hermanos, apenas familia, pues ambos padres eran hijos únicos y la trajeron al mundo cuando tenían una edad avanzada. La pérdida de su querido amigo fue un duro golpe para ella que tuvo que aceptar como pudo, pero en ese atardecer, el tiempo parecía haberse plegado sobre si mismo y Nieve volvía a estar a su lado. Tuvo la sensación de que el mundo se había detenido en ese momento, la nubes quietas sobre ella, ni la más leve brisa, ni el más mínimo murmullo... debo de estar soñando se dijo para sus adentros.

Pero de pronto, un viento arrollador se desparramó sobre ellos e inundo todo el lugar. Nieve levanto sus orejas, olfateo el aire y poniéndose en pie hizo un amago de alejarse de Aya. Sin dejar de acariciarlo, ella también se incorporó y caminando a su lado subió por un risco abrupto desde el que podía contemplar su pueblo natal. El viento aullaba y Nieve lo empezó a imitar. Parecía traer entre susurros los sonidos de una canción que su madre le cantaba de niña y que Aya empezó a tararear casi como una autómata, y es que por momentos se sentía como una marioneta en manos de algo que movía los hilos de su cuerpo pero por extraño que pareciese, se encontraba a gusto y se dejaba llevar. Allí, en un saliente muy estrecho en el que apenas se podía mover, tras recoger en parte su largo vestido comenzó a oscilar como mecida por el viento mientras la tormenta se acercaba a ellos.

Al borde del precipicio, mientras la noche comenzaba a abrirse paso lenta e inexorablemente, víspera del día de difuntos recordó a su madre, a su padre, a su abuelo... a todos los que se habían ido hacia ya mucho tiempo y siguió tarareando la canción mientras los truenos hacían acto de presencia, avisando de que la tormenta ya casi estaba encima. 
Fue una tempestad impresionante, el viento soplaba feroz y los rayos caían sobre el valle pero en ningún momento se acercaron al alto en el que ella y Nieve contemplaban la escena. Aya no podía dejar de mirar el panorama que se le ofrecía desde risco como si se tratase de un sueño, o más bien una pesadilla, en la que la naturaleza desatada azotaba con violencia todo lo que encontraba a su paso. Era tal la fuerza del viento que los árboles próximos crujían sin parar y pequeñas ramitas que volaban a su alrededor iban enganchándose a su tocado. Milagrosamente, ambos permanecían erguidos en el saliente, como si la madre Tierra les sujetase por la planta de los pies y les protegiese, pues ni ella ni Nieve resultaron lastimados a pesar de la furia del vendaval. 
En algún momento de esa extraña noche Aya descendió del risco con Nieve a su lado y se acurrucaron uno junto al otro para proporcionarse abrigo mutuo, hasta que el sueño les venció.

A la mañana siguiente, al abrir los ojos Aya pudo comprobar que ya había comenzado el anunciado eclipse total y era algo fascinante, hasta Nieve parecía estar pendiente de la visión del sol que se iba quedando tapado ante ellos. En un momento dado, a Aya le vino el recuerdo de niña cuando tanto le gustaba ver las puestas de sol y su fiel amigo la acompañaba, acarició a Nieve y sonrió feliz por compartir de nuevo con él esos momentos de paz. El eclipse solo duró unos pocos minutos pero sin duda fue algo digno de recordar.
Cuando el sol volvió a la normalidad, Aya se dio cuenta de que Nieve no estaba. Lo buscó, lo buscó durante horas sin entender nada, se había ido sin dejar rastro. Finalmente, se resignó a volver al pueblo pues todo había sido demasiado irreal y se sentía bastante confundida. El sendero había quedado en muy mal estado tras el paso de la tormenta y le tomo bastante tiempo regresar. Lo que se encontró entonces fue un espectáculo dantesco, casi todas las casas del pueblo habían quedado dañadas por la descomunal tormenta. Por suerte no había muertos hasta el momento, aunque sí muchos heridos y algunos de gravedad, especialmente en la casa de los Domain que quedó arrasada debido a que un árbol centenario se había derrumbado sobre ella.


40 comentarios:

  1. Nieve era algo más que un perro, y quizá sentía que tenía que saldar una deuda.:)

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    1. Es probable que se tratase de saldar una deuda, o tal vez fue por el cariño que le tenía a la chica, el caso es que la apartó del pueblo y la protegió. Yo pienso que los animales que nos acompañan a lo largo de la vida siempre nos protegen, incluso de nosotros mismos, y cabe la posibilidad de que sigan haciéndolo hasta cuando ya se han ido.

      Besos Cabrónidas!!

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  2. Si , es como un
    relato de Heidi,
    solo que más
    alternativo .

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    1. jajajajajaja qué bueno, hay cierta relación sí, aunque ni se me había ocurrido pensarlo.

      Besos Orlando!!

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  3. Una santa y oculta premonición llevó a Aya hasta ese saliente, Ana. Un relato precioso, me ha encantado. Mantienes el ritmo durante todo él y se hace acreedor de un final tan misterioso como feliz.
    Gracias, me encantó leerte.

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    1. A diferencia de la protagonista yo hago caso a las premoniciones y no necesito segundas oportunidades ji,ji. He intentado que la historia mantuviese cierto misterio pues el Samhain precisamente se asocia a lo mágico y misterioso de esa noche. Me alegro mucho de que te haya encantado.

      Buena tarde y besos Enrique!!

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  4. Mientras leía absorbido tu relato, ha venido mi gatito Pancho y se ha puesto a mi lado para protegerme, como hace cuando se acurruca conmigo, junto a mi hombro, en la cama y me hace compañía. ¡Cómo se quiere a estos gatitos! Y ese Nieve que protege a Aya... Lo entiendo bien. Un abrazo.

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    1. Yo también pienso que nuestros animales caseros son nuestros protectores ji,ji. Asociamos a los perros la defensa de la casa y de las personas pero los gatos también protegen el hogar, a su manera. En mi casa cuando levantamos la voz Manchi pone cara de poker ji,ji, y si le parece que ya nos estamos calentando se planta delante para hacerse ver y que se acabe la discusión, y a menudo lo consigue jajajajajaja aunque solo sea por no verla tan incómoda. También me arropa cuando tengo un mal día y a veces hasta es capaz de despejar los nubarrones de mi cabeza. Se les quiere mucho, sí.

      Un abrazo!!

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  5. Por si acaso mejor hacer caso, una premonición y que dura tanto mejor no desdeñarla, a la protagonista le ha quedado claro, La lectura ha sido interesante, esperando el siguiente párrafo. Abrazucos

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    1. Tal vez le falte un párrafo sí, que explique como le fue a la protagonista tras el encuentro con Nieve. Lo estoy pensando, igual lo añado en las próximas horas, o hago otra entrada. Bueno, el caso es que la idea que me has dado es muy buena, la tengo en cuenta.

      Muchas gracias por tu aportación, un abrazuco para ti también Ester!!

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  6. Lo del cuento de Heidi, me ha gustado. ;)
    Una narración del mundo rural, donde las leyendas son moneda de cambio.
    Niebla, regresó del más allá, para proteger a su dueña de un percance grave.
    Por suerte, a pesar del día, no hay muertos en el relato.

    Besos.

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    1. Me alegro de que te haya gustado, es un relato típico de la celebración del Samaín, que por el norte llamamos así a la fiesta de halloween. No era necesario que hubiese muertos a pesar de la fecha, eso sí algún aparecido no podía faltar.

      Besos Alfred!!

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    1. Gracias por el cumplido Isaac.
      Te agradezco ese deseo de paz que siempre transmites y te deseo lo mismo, besos!!

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  8. hola ana! a veces sería bueno que el destino nos alejara de algo que no nos conviene. está claro que aya estaba predestinada a no asistir a aquella cena. lástima que la tormenta causara tantos daños, pero si el destino -o providencia o como quiera llamarse- alejó a aya del peligro, fue por alguna razón. tal vez era necesario que ella más tarde se encontrase en buenas condiciones para poder ayudar a alguien...
    el perro nieve, me da la sensación de que es un ser mágico, que se aparece allá donde se le necesita, y cuando ha cumplido su misión se va como vino.
    un relato perfecto para estas fechas de halloween. veremos qué se me ocurre para este nuevo reto de ginebra.
    besos!!

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    1. Hola Chema, al leerte me he acordado de una película que me impactó hace muchos años, Destino Final, los protagonistas estaban destinados a morir hiciesen lo que hiciesen. Y es que somos responsables de las decisiones que definen nuestro día a día pero no podemos controlar algunos eventos a los que parece que estamos abocados. Me gusta esa idea de que ella se librase del desastre para poder ayudar a otros, es muy poética.
      Yo pienso que hay magia en todas partes, animales, personas... que aparecen en un momento dado para socorrerte. Un día tengo que escribir sobre una señora que apareció en un apuro muy grande en el que me vi metida y fue un auténtico ángel, esas cosas pasan.
      Seguro que te vendrán buenas ideas para este reto, es una celebración muy antigua con muchas vertientes. Yo leí un artículo interesante sobre la costumbre de disfrazarse, lo del truco o trato... (https://historia.nationalgeographic.com.es/a/samhain-fiesta-celta-que-esta-origen-halloween_18583) aunque luego me fui por otros derroteros ji,ji.

      Qué tengas buen fin de semana, besitos Chema!!

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  9. Uy las cosas pasan por algo. Genial relato. Te mando un beso.

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    1. Yo pienso igual, no creo en las casualidades y a poco que le das vueltas suele haber una causa, la que sea ji,ji. Me alegra que te guste el relato.

      Un besito J.P.!!

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  10. Motivos tenia de coger un berrinche de madre.Pero su intuición le salvó de no encontrarse en ese momento con ese caos.También como se suele decir las cosas siempre pasan por algo...Como la letra de esa canción
    : hago chas y estoy a tu lado ,en este caso ese perrillo que era su antiguo amigo.
    Ana me relaja muchísimo tus escritos son tan cercanos de verdad y este relato es una estupendo homenaje a esos ausentes que nunca se han ido porqué siempre están entre nuestras cosas y momentos...
    Un beso grande,amiga.

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    1. La intuición nos ayuda a veces a esquivar peligros, yo soy de las que le hago caso. Y qué recuerdos me trae la canción "hago chas y estoy a tu lado" de vuelta a los 80 ji,ji.
      No sabes cuanto me alegra que encuentres cercano lo que escribo, lo cierto es que pienso que de alguna forma esos ausentes nos protegen, porque hay vínculos que pueden ser eternos.

      Un beso muy grande Bertha, casi haces que suelte una lagrimilla, gracias!!

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  11. Cuando te leí a noche ( estaba agotada y he dejado para hoy comentarte en la frase … “Resolvió darse una ducha para despejarse y tratar de suavizar el remolino de…” creí que ibas a escribir “ de sus enredados y voluminosos cabellos “ jajaja en lugar de que sus sensaciones se había desbocado - las fotografías que elige GINEBRA siempre son increíbles -y sí, la ascensión en busca de la puesta de sol recuerda como te dice ORLANDO jaja a las que que hizo Heidi en busca de su abuelo, mucho más apareciendo NIEVE, que bien podía haber sido NIEBLA en escena, eso sí, con un atuendo de lo más alternativo y él, en vez de un San Bernardo, perro lobo ; )
    No soy nada supersticiosa pero sí muy intuitiva, esto de cambiar de planes en el último instante sin saber por qué o conectar con alguien sin casi conocerlo y lo contrario, no terminar de conectar por algún motivo que desconozco, pero siento, me ocurre muchísimas veces.. incluso te diré que tengo muchísimo pelo, rizado, rebelde y voluminoso jajaja hasta podría pasar por Aya en una noche de tormenta jaja pero no, es muy tuya esta narración, sin duda Aya eres tú ; )A noche, aun sin eclipse, hubo una tormenta muy del estilo de la que describes, así que crucemos los dedos y que hoy y este finde, discurra tranquilo y en calma. Gracias ANA, un beso muy grande!!

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    1. Las montañas, el abuelo, el perro... lo cierto es que sin pretenderlo acabó pareciéndose un tanto a Heidi jajajajajaja. De pequeña me encantaban esos dibujos y supongo que algo siempre queda. No obstante Aya es un personaje con el que no me identifico demasiado, aunque mi nombre comparta dos de las tres letras, salió así ji,ji. Suelo escribir sobre lo que me resulta familiar pero hay relatos que según avanzas van cogiendo vida propia y aunque algo personal siempre se cuela, no deja de ser la narración de una escena llamativa a la que he tratado de dar una explicación.
      Aquí también tuvimos tormenta, con un viento tremendo por cierto pero no tan destructivo como el del relato jajajajajaja. Espero que tengamos un fin de semana tranquilo sí, que los sobresaltos están bien en la ficción pero en la vida real nada mejor que la calma.

      Gracias a ti María por acercarte y comentar, un beso muy grande para ti también!!

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  12. Es como si todas las fuerzas se confabularan -aun mediante contratiempos sucesivos- para proteger a nuestra protagonista.
    Prendida de la lectura del relato, que mantiene la expectación hasta el final.
    Y también yo, como antes Isaac, tengo que decir que escribes muy, muy bien.
    Un abrazo!

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  13. Tal vez hay destinos de los que no se puede escapar pero si la insistencia es por protección, bienvenida sea ji,ji.

    Me halaga que lo veas con tan buenos ojos, gracias y muchos besos!!

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  14. Muy bien escrito, Ana :-) Tratando de otra cosa y en base a una respuesta tuya, me he acercado a lo de National Geographic a ver por dónde salía el estudioso de turno (ya sabes que opino que todo está falseado ya). Está bien lo del tema celta para quien se crea estas cosas. En realidad, el Samaín nació en O Boutiñón, en la comarca del Mouxinde, al norte de las montañas adyacentes a Os Ancares. No obstante, los irlandeses dicen que nació en Irlanda, los catalanes que nació en Cataluña, los asturianos en Asturies y los gallegos en Galicia. Al final todos van disfrazados de espíritus yankis que replican la tradición yanki de las películas donde han traducido el truco o trato por error y así ha quedado asentada otra tradición errónea. Perdona por mi ida de tiesto pero qué más da si cada uno se inventa lo que quiere, al final lo que queda es lo que más altavoces tiene y Hollywood es un enorme altavoz de la estulticia.

    Un abrazo fuerte :-)

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    1. Hola, no pude encontrar O Boutiñón ni siquiera en los mapas de carreteras, por no encontrar ni si quiera encontré referencias a la comarca del Mouxinde y eso que miré hasta en el visor geográfico de Galicia. En las parroquias de Lugo (Adai, Bacurin, Bascuas, Bazar, Benade, Bocamaos, Bóveda, Calde, Camoira, Carballido, Coeo, Coeses, Cuiña, Esperante, Gondar, Labio, Lamas, Mazoi, Meilán, Monte de Meda, Muxa, O Burgo, O Outeiro de las Camoiras, O Veral, Ombreiro, Orbazai, Pedreda, Piúgos, Poutomillos, Prógalo, Pías, Recimil, Ribas de Miño, Romeán, Rubiás, Saa, San Mamede dos Ánxos, San Martiño de Piñeiro, San Pedro de Mera , San Román, San Salvador de Muxa, San Xoán de Pena, San Xoán do Alto, San Xoán do campo, Santa Comba, Santa María de Fixós, Santa María de Alta, Santalla de Bóveda de Mera, Santo André de Castro, Soñar, Teixeiro, Tirimol, Torible y Vilachá de Mera). Y también miré en Fonsagrada ( A Allonca, A Bastida, A Proba de Burón, A trapa, A Veiga de Logares, Bruicedo, Carballido, Cereixido, Cuiñas, Fonfría, Freixo, Lamas de Campos, Lamas de Moreira, Maderne, Monteseiro, O Padrón, O Trobo, O Vilar de Cuiña, Pacios, Paradavella, Piñeira, San Martin de Arroxo, San Martin de Suarna, San Pedro de Neiro, San Pedro de Río, Santo André de Logares, Viveiro y Vilabol de Suarna.
      ¿Te has quedado conmigo? jajajajajaja.
      Pero bueno, esa incursión por tierras galegas no ha sido en balde, hacia tiempo que me rondaba por la cabeza una ruta alternativa para entrar a Galicia cuando el hago el Camino, y mira por dónde que encontré un buen recorrido para saltar al Primitivo desde Vegadeo, así que al final hasta te tendré que dar las gracias jajajajajajaja.

      Buen fin de semana y un gran abrazo!!

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    2. No jodas, Ana (o sí), pensé que me conocías más, me inventé esos lugares para significar que yo también me puedo inventar historias. A ver, los catalanes dicen que Leonardo da Vinci y Shakespeare eran catalanes (esto es verdad, digo que lo dicen, hay que joderse) y a Cristóbal Colón se lo rifan en cien sitios. Al final la gente aquí hace lo que se hace en EEUU, si hasta se llevan pantalones cagados de los negros americanos.

      Una de las rutas más bonitas es desde Galicia, bajando hasta Ponferrada y entrar a Asturias por Somiedo, es FLIPANTE. Háztelo al revés y cuando te vengas pégame un toque, si es que te vengas que no sé por qué, no te he hecho nada.

      Un abrazo grande también para ti :-)

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    3. jajajajajaja empiezas cañero, lo de un lugar origen de la tradición no es creíble pero pensé que podía ser una zona interesante, de existir claro. Me gusta mucho la provincia de Lugo, su zona rural está cargada de historia y me atrae curiosear sobre sus localidades.
      Lo de hacer el Camino al revés no me convence, desde el principio conoces a gente que hace el mismo recorrido y acabas haciendo camaradería (hasta en mi caso que hago la mayoría de las caminatas sola) ya en Santiago, el segundo año que no estaba tan individualista descubrí lo bien que sienta reunirse con quienes trabaste amistad, es un buen final. No conozco la zona de Ponferrada, aunque algo de Somiedo, Babia y Luna que son una pasada, pero en todo caso no soy montañera y cuando me he animado (en mi juventud) iba con personas que sabían lo que hacían, ni loca haría etapas de montaña por mi cuenta jajajajajaja. Y es que lo que me atrae del Camino son los recorridos en solitario y eso condiciona el itinerario.
      Si en junio del año que viene no hay inconvenientes entraré en Galicia por la zona de Taramundi, que no tiene nada que ver con lo que propones, pero si en alguna etapa hasta Santiago cuadrase que andas por ahí y me lo dices, cualquier tarde quedaría encantada.

      Te mando un abrazo sentido, inventor de localidades mágicas!!

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  15. Una historia impresionante. Yo tuve un perro que era como un hermano para mí. Un beso

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    1. Entiendo bien lo que dices, los animales de casa son familia, de otra especie claro, pero los lazos que se establecen por compartir el mismo techo son idénticos creo yo.

      Un besito Susana!!

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  16. Es verdaderamente precioso y evocador.

    La vida no hace más que dejarnos señales, y nuestra intuición es, muchas veces, esa voz que nos acompaña y protege en el viaje de la vida. En este caso, se hizo corpórea a través de Nieve.

    Un relato de imágenes muy hermosas; y de narrativa magnífica.
    Muy envolvente…

    Me ha encantado, Ana.
    Muchísimas gracias por tan bella participación🙏
    Abrazo grande, y muy feliz mes 💙

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    1. Gracias Ginebra, me alegro mucho de que te haya gustado. La imagen que me ofreciste tiene mucha fuerza y se prestaba bien a un relato de este tipo. Intuiciones, apariciones... la magia de la noche de Samaín da para mucho ji,ji.

      Te mando también un gran abrazo y que tengas un buen mes por delante!!

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  17. Qué bonita y entrañable historia Ana. El destino le lanzó varias señales a Aya, o incluso quizás fue Nieve quien veló por ella hasta que pasó el eclipse y la tormenta. Que belleza desde principio a fin. Te aplaudo. Es un placer leerte. Ya sigo tu blog. Un abrazo

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    1. Hola, me alegra un montón que te haya gustado tanto. Me acercaré encantada a tu blog, en cuanto sea posible, para tener también el placer de leerte.

      Un abrazo y un besito Nuria!!

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  18. Un relato mágico, como también resulta ser esa noche especial y todos sus recuerdos! Los espíritus de los suyos estaban vigilantes rondando a su alrededor para cuidar de ella! Un abrazote!

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    1. Es un noche que desde antiguo se considera mágica y un tanto enigmática, así pues el relato con la imagen de Ginebra tenía que ir por esos derroteros.
      Te agradezco que te hayas acercado y tu visión sobre lo que escribí. Me acercaré a conocerte en cuanto pueda.

      Un abrazote con cariño!!

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  19. ¡Espléndido cuento!
    Es ideal para el tema de los difuntos.. Tú le has dado la ternura del encuentro con su perro. Además, tiene ese toque mágico de salvación de la gran tormenta huracanada, pues algo la está protegiendo mientras está junto al animal, como si hubiera entrado en otra dimensión.
    ¡Qué buen aporte para el reto de Ginebra!
    Un abrazo de nuevo, Ana!

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    1. Hola Maite, qué alegría saber de ti. A pesar del lado inquietante y triste que tiene la noche del 31, con esta historia intenté darle cierta calidez. Y con la imagen que escogí del blog de Ginebra se me ocurrió éste reencuentro, en otra dimensión como dices, aprovechando unas circunstancias un tanto especiales.

      Me ha alegrado mucho tu visita, un gran abrazo!!

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  20. Todo conspiraba para que ella no saliera, el auto, el camino. En fin, a veces hay algo mas fuerte desde el alma, ese amigo que le obsequiaron una noche mas, para hacerse mimos mutuamente.
    Muy entretenido todo el camino, imaginando el viento, la lluvia, ese cielo que cambia regalando diversos escenarios.
    Una historia que a mi me ha dado mucha ternura.

    Un abrazo,

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  21. Hola, en principio la noche de Samaín es misteriosa y algo siniestra por lo que empecé el relato en esa línea, pero tenía que incluir a un perro y a partir del encuentro con él no pude evitar ese lado tierno, al final se convirtió en el protector de la protagonista. Me alegra mucho que lo encuentres entretenido

    Un abrazo Cecy!!

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