La religión cristiana no aporta mucha información sobre su persona. Se ha dicho que antes de conocer a Jesús era prostituta y después se convirtió en una de sus seguidoras, y que ante ella se presento Jesús tras resucitar.
Pero fuera de lo oficial hay otra historia sobre María Magdalena, en los evangelios apócrifos y otras fuentes esparcidas por la red. Una historia muy curiosa, que habla de una mujer culta y de buena posición económica, que conocía a Jesús, y que se amaban, antes incluso de que él empezase a predicar. Se dice que Jesús y ella estaban muy unidos, que era una más entre los apóstoles, participando en todos sus asuntos como pareja y discípula a la vez. Parece ser que el grupo en general le estaba agradecido porque tenía medios y siempre era de gran ayuda. Sólo había cierta tirantez con Pedro, con el que según dicen ella no se llevaba muy bien, o él con ella.
Se cuenta en dichos lugares de la red, que tras la crucifixión de Jesús y una vez llevado el cuerpo al sepulcro, María Magdalena lo veló toda la noche, sola, por deseo propio que María madre aceptó, pues la apreciaba y comprendía que a ella le correspondía velarlo. Cuentan también que al amanecer María Magdalena pudo presenciar lo que después sería el pilar del cristianismo, la resurrección de su amado.
Hay algo que me ha llamado mucho la atención, que Jesús tenía buena relación con Poncio Pilato, que lo había llamado a su palacio cuando tuvo noticias sobre él, y que habían conversado varias veces antes de que fuera denunciado como sujeto peligroso para el orden público. Que la idea de que se lavase las manos la propuso el propio Jesús, para ayudar a Pilato a descargar la culpa que sentía ante el devenir de los acontecimientos. Y que éste le prometió que María Magdalena y su hija (Jesús tuvo descendencia según dicen) María su madre, y otras personas de confianza, saldrían de la región si lo deseaban y se aseguraría de que no fuesen importunadas por nadie.
Se cree que viajaron por el mar Mediterráneo, con parada en Egipto durante un tiempo, para finalmente desembarcar en la costa francesa, tal vez en les Saintes Maries de la Mer. Se dice también que María Magdalena dio a conocer las enseñanzas de Jesús en Marsella durante unos años y que en la última etapa de su vida se recluyó en una cueva, la Sainte Baume, en la Provenza. Con respecto a esto último hay otra versión diferente que asegura que no se quedó en Francia, sino que pasado un tiempo atravesó con su hija el canal de la Mancha y acabó sus días en algún lugar de Reino Unido.
Hoy por hoy tiene más aceptación la primera tesis que señala que María Magdalena paso sus últimos años en Francia, y allí murió. Y en la cripta de Saint-Maximin, (la Provenza, Francia) se exhibe con orgullo y bastante devoción, un sarcófago en el que presuntamente se hallan los restos de María Magdalena.