Para mi el tiempo de manifestarse ya pasó
pues creo que de poco sirvió.
Nos crecieron alas en comunión con otros iguales
que se sentían personas, no números, y querían ser vistos como tales.
Fue una etapa intensa aunque efímera que ya es historia pasada
ahora entre pandemia y guerra continúa la jugada,
negocio asegurado para los que abastecen el supermercado del mundo
aunque el ambiente se tense y se vuelva cada vez más iracundo.
No parece que hayamos aprendido mucho del 15M, o tal vez sí
yo he aprendido que las respuestas no están en las masas, solo dependen de mí.
Hoy he visto un video sobre el análisis del 15M que hizo en su día J.L. Sampedro, tan actual como hace 10 años. Lo localice en una de mis antiguas entradas del blog:
https://la-opinion-motor-del-cambio.blogspot.com/2016/06/tenemos-el-modelo-politico-que-nos.html
Yo me acuerdo como anécdota. En parte como partícipe un tanto distante, en parte porque también lo viví en Barcelona y allí todo era a lo grande, pero si te soy sincero nunca creí demasiado. Como movimiento espontáneo o de adaptación sobre la marcha era bonito. Además su marcado carácter pacífico gustaba y te hacía anhelar esperanzas. Pero no vi que cuajara mucho. Sí, un partido se afianzó a partir de entonces -no sé si por oportunismo o con sinceridad- y ese partido tampoco me convenció desde el origen. Uno es muy mayor para creer en aquel grito de "asaltar los cielos" que ya había leído en escritos de Trostski, pero este en otra coyuntura más dura y violenta. Los movimientos sociales necesitan expresarse, de vez en cuando se manifiestan en masa, pero ¿quién pone al cascabel al gato? Creo que había buena intención en algunos, ingenuidad en los más y acaso sacar provecho en una minoría. Y. bueno, las masas ofrecen a veces respuestas (no siempre correctas), las élites políticas dirigen o derivan movimientos y fuerzas, y uno individualmente tiene que responder de sí mismo. Aunque solo sea con escepticismo. En fin, se podría hablar mucho más, pero no es el lugar ni el momento. Sampedro era un tipo interesante que sabía más por viejo que por diablo.
ResponderEliminarYo sufrí una gran decepción con el 15M, me llevo bastante tiempo asimilar que ninguna organización política ni de otro tipo vendría a mi rescate.
EliminarComo dices, Sampedro vivió lo suficiente para hacerse una idea de como funcionan las cosas. Suelo ver en él un personaje inspirador pues sus bases de pensamiento no difieren mucho de las mías y creo entender hacia donde apuntan sus miras. No obstante, haciendo honor a su filosofía, la última palabra la tengo yo.
Había renunciado a hablar de política y parece que he destapado la caja de Pandora, ja,ja.
Buen día, besos Fackel!!
Una de las nociones más destructivas de la historia del pensamiento es la utopía. La idea de que puedes formar una sociedad perfecta, ya sea en esta vida o en otra posterior, es muy destructiva. Porque la consecuencia es que no importa si has matado a un millón de personas por el camino: el objetivo es la perfección y eso disculpa cualquier crimen. Es una fantasía que ha tenido sus equivalentes seculares, en el comunismo soviético, por ejemplo, y también en los nazis. La idea de la redención, una idea milenaria, siempre requiere enemigos.
ResponderEliminarBesos.
Lo de disculpar los crímenes no lo veo en ningún caso. En cambio, me parece atractiva la idea de una sociedad utópica basada en la colaboración y no en la competencia y creo que es factible a pequeña escala. La humanidad no se ha extinguido porque desde siempre ha existido ese tipo de colaboración y aún habiendo grupos de comunidades que rivalizaban, las personas de cada comunidad se atenían a la norma fundamental de buscar el interés general para su desarrollo. Trasladar esto a los tiempos actuales es imposible, nos cuesta colaborar incluso entre miembros de una misma familia, aunque no por ello se puede olvidar que sería lo más razonable.
EliminarEn cuanto a las ideologías e ismos varios, no puedo decir gran cosa pues hace tiempo tiempo que soy apolítica, por desencanto y porque valoro mucho mi paz, sacar el tema del 15M suponía para mi abrir la caja de los truenos, pero anoche sentí esa necesidad y al final no ha estado mal, he conseguido cierto desapego que antes me parecía imposible.
Me alegra mucho verte de nuevo por aquí, besitos Pitt!!
Vaya, se me olvidaba, tampoco sigo ningún ismo religioso, mis creencias tienen influencias de muchas partes y no comulgo con ninguna religión en particular, ji,ji.
EliminarHola Ana.
ResponderEliminarSomos un Zoon politikón (animal político), como en su día nos consideró Aristóteles. Todos llevamos un político dentro y necesita expresarse cuando sea menester, así que lo “natural” es no renunciar a su manifestación si sientes el impulso, como ahora.
Viví el 15M con el entusiasmo de cierto despertar de una conciencia abotargada, como la irrupción de un soplo de aire fresco, renovador.
Lástima que fuese flor de un día, una bella flor, sin duda.
Las razones que auspiciaron el movimiento no podían ser más legítimas, enunciaré una como raíz principal, pues de ella derivan otras tantas secundarias; se trataba de conseguir UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA, esto aplíquese a todas las esferas de la vida ciudadana en un país.
El propósito de despertar la conciencia social a gran escala (de todo un país) y de ahí posibilitar cambios era un objetivo titánico, tanto que muchos pronto advirtieron que el 15M se dirigía a un escenario más utópico que realista.
Pero conviene detenerse en las utopías, pues no solo existen en su vertiente destructiva, cuando son inoculadas por un Hitler o un Stalin. En este caso la idea de una sociedad perfecta (utópica), sea en la vida que sea, no es destructiva per se, lo destructivo es la mente perturbada, megalómana, de quien pretende llevarla a cabo. No es lo mismo que Hitler sueñe con una sociedad perfecta, que ese mismo sueño en la mente de Gandhi.
Las utopías nacen en su inmensa mayoría a partir de la insatisfacción ciudadana (falta de oportunidades laborales, desigualdad de la mujer, corrupción política, que son cuestiones actuales, etc, etc, etc), y de aquí pueden surgir las utopías positivas, es decir, aquellas que aún siendo teóricamente irrealizables, al menos posibilitan el inicio de un escenario mejor que el anterior a que dio lugar la utopía, un ejemplo claro es el terreno que ha ganado la mujer, consiguiendo mejores condiciones de las que tenía hace unas décadas. O el estado de bienestar (con todas sus fortalezas y grietas, que también tiene) que gozamos en los países democráticos, fueron una utopía en su estado embrionario y, sin llegar a ser el sistema perfecto que tal vez se ideó, mejoró sustancialmente el panorama anterior. Ese dirigirse hacia un escenario mejor (aunque no alcancemos el ideal propuesto) que el pasado es un logro real, palpable, de la utopía.
Y como ideal teórico tienen una valiosa utilidad, pues nos hacen ser críticos y reflexionar a partir de lo que nos rodea (el 15M, si queremos entenderlo como utopía, nos hizo reflexionar profundamente a muchos y nos indujo, más si cabe, a mirar críticamente a nuestro alrededor). Tomás Moro escribió la Utopía como crítica feroz a su tiempo.
Y a nivel personal… yo nunca renunciaré a poner mi vida al servicio de un poco de utopía (como recomendaba el gran Pepe Mújica), a permitirme soñar con algo mejor para mí y para el resto, y a no perder a ese niño, sin duda soñador, que fui y sigo siendo.
Un abrazo, Ana.
Fue un sueño bonito, yo lo disfruté mucho el tiempo que duró pero precisamente porque me generó ilusión, el mazazo fue grande.
EliminarExpresas muy bien una idea en la que coincido, que hay utopías y utopías, la de Hitler no tiene nada que ver con la de Gandhi, fundamentalmente porque el segundo proponía, no imponía su visión de la vida. Creo que las utopías que nacen de un juicio sereno y sin interés de por medio son para tenerlas en cuenta pues como dices pueden si no lograrse, al menos aproximarse un poco a la idea de la que parten, además de generar autocrítica sobre como vivimos.
Sacas a colación a otra persona que también encuentro muy inspiradora, Pepe Mújica, que ha dicho verdades tan grandes como sencillas sobre como gestionamos nuestra vida. Soñar con un futuro colmado de posibilidades nos devuelve la confianza y la energía de la niñez, que vamos perdiendo con los años y circunstancias varias. Yo también reivindico ese sentir, el más nuestro, la creencia de que cada día es una oportunidad y muchas cosas de las que hoy disfrutamos comenzaron siendo el sueño de alguien que no se dejó vencer por el desánimo.
Un abrazo y un beso Paco!!
Un día fui por Plaza Cataluña que fue la vertiente barcelonesa de Sol en Madrid. Fue un espectáculo exótico pues vi todo tipo de pancartas estilo mayo francés con reivindicaciones poéticas anticapitalistas, y todo tipo de mítines lanzados por improvisados líderes de masas que tenían por fin a alguien que les escuchara. Sus discursos eran patéticos si uno atendía a lo que decían. Fue una suerte de inflamación lírica antisistema. Tras mi visita, tuve conciencia de que aquello no llegaría muy lejos. Te dejo el vídeo que grabé ese día.
ResponderEliminar15-M en Barcelona
Un abrazo.
Me alegra mucho que hayas decidido comentar, he visto tu vídeo de Plaza Cataluña y esas personas querían hacer algo y cada uno proponía lo que pensaba que tenía más sentido, también veo que falta lo esencial, trabajar conjuntamente. El 15M, en cualquier localidad de España y más lejos aún, podía haber servido para intentar encontrar una forma de vida basada en el respeto, dejando de abusar unos de otros, pero se centró en la idea de cambiar a unos políticos deshonestos por otra forma de gobierno más justa. Me recuerda a esa idea asociada a las palaras "libertad, fraternidad e igualdad" palabras hermosas que nunca han cuajado porque creo que un cambio en masa es imposible, de producirse, pienso que sería fruto del cambio individual de cada persona que participa en la sociedad.
EliminarUn abrazo y un besito Joselu!!
"Pandora", "apolítica", ismos... Solo te ha faltado el redoble del tambor para despertar conciencias... :))))))
ResponderEliminarEl 15 M fue!! Luego ya el devenir político, de él mismo y del país, propició la realidad que hoy es.
¿O es que alguien sostiene que el alcance, o no alcance, de sus posibilidades iniciales, con todas las correcciones que hubiesen sido necesarias, son debidas a ellos? ¿No actuó todo el "Sistema establecido" para zancadillearlo?
Opina Sanpedro que la gente, en general, no piensa...
Abrazos Ana.
Para mi el 15M fue una rebelión contra un sistema que no tiene en cuenta a las personas, los números mandan, y según la escala a la que perteneces te corresponden más derechos o más obligaciones.
EliminarHace tiempo leí a un cura antisistema, a Joselu le sonará porque el tema salió en su blog, Jean Meslier. Ya en el año 1600 este hombre veía como la desunión entre las personas permitía un tipo de sociedad muy injusta. Copié una parte de lo que escribió porque me llamo mucho la atención:
"...¿Os asombráis, pobres pueblos, de padecer tanto mal y tantas penas en la vida?. Es que vosotros cargáis con todo el fardo del Estado, cargáis no solo con todo el fardo de vuestros reyes y de vuestros príncipes, sino con todo el fardo de la nobleza, del clero, de la frailería, de la justicia, con todos los lacayos y palafreneros de los grandes, con toda la gente de guerra, con todos los recaudadores, todos los guardias que reprimen el contrabando y todos los holgazanes e inútiles que viven de vuestros penosos trabajos...Vosotros los sostenéis a todos con vuestro esfuerzo cada día... Uniros, pueblos, si sois inteligentes, para liberaros de tantas miserias... Vosotros podríais prescindir de ellos, pero ellos no podrían prescindir de vosotros."
Ese pensamiento de vivir en una sociedad escalonada en la que unos ponen mucho de su parte y otros muy poco nunca ha desaparecido y de cuando en cuando sale a la palestra, aunque más de cuatrocientos años después de Meslier seguimos más o menos igual.
Lo que dice Sanpedro de no pensar por nosotros mismos no me parece raro, yo misma me vi en el ejemplo de votar sin una reflexión propia cuando se lo escuché la primera vez. Pienso que analizar bien la información que nos llega es muy importante pero juraría que no es lo más habitual.
Gracias por tu sincera opinión, besitos Ernesto!!
Ante todo mi enhorabuena porque tienes comentarios muy buenos, al menos en la forma y eso significa que has tocado un punto interesante. Yo soy simplón, cualquier persona con un cutre eslogan, me tira todo mi pensamiento a la basura. Ayer mismo un conocido me soltó toda la caquita que le vendieron en la tele por decirle que el gobierno debería de reducir los costes del combustible de alguna manera para que la gente no vaya a trabajar perdiendo dinero. Entonces me habló de que Putin es de la ultraderecha y me habló de VOX. Claro, llega un punto en que mejor callarse. Sé que perdería, él hablaba en gallego normativo (aquí es un plus a ser guay) y además es un tío que, inversamente a mí, cae muy bien a todo el mundo (incluso a mí).
ResponderEliminarTotal: el 15 M sí tuvo su importancia. El eslogan pasó a tener categoría de verdad universal y empezaron a dividir a la sociedad en distintas categorías en las cuales yo salía perdiendo en casi todas por ser hombre, heterosexual, blanco y sin taras aparentes (vamos, como la mayoría de ellos, aunque ellos no perdían porque proclamaban el buenismo). Pero he de reconocer que hubo un punto que me hizo empatizar con ellos, aun sabiendo que todo era una fachada y un postureo como el tiempo demostró en un par de años: su odio a los bancos. Claro que en aquel entonces los delitos de odio no figuraban en la carta del menú donde el anverso era de buenos y el reverso de malos. Por ejemplo, un tío que se compraba un chalé de 600.000 euros era un ladrón, un tío que metía a los colegas en las puertas giratorias o practicaba el nepotismo pertenecía a la casta.
Sí, porque también se hablaba de castas. Y no se podía beber cocacola ni comer hamburguesa.
Vamos, que crearon la nueva Biblia en dos patadas y actuaron como los curas: haz lo que yo diga, no lo que yo haga.
Al final, todos sabemos lo que pasó: los de arriba siguieron arriba y los de abajo siguieron abajo, con una única excepción: ellos se convirtieron en millonarios. Así que sí, el 15M les valió. Y tanto que les valió.
Un abrazo apretado, que no se diga.
En temas de actualidad yo me callo casi siempre, incluso con los de casa a menudo me sujeto la lengua para no entrar en polémica, como no veo la televisión y paso bastante del móvil mi punto de vista parece el de un extraterrestre, ji,ji. En cuanto a caer bien es algo que a todos nos importa mucho, somos sociales por naturaleza, pero si lo piensas bien lo más importante es caerse bien a uno mismo y si lo que eres no coincide demasiado con lo socialmente aprobado ¿vas a negarte para que los demás estén contentos? (sin ir por la vida dañando, claro). Yo creo que la popularidad es más bien un espejismo y a menudo lo que hay detrás tampoco es tan deseable.
EliminarCon el 15M y la aparición de Podemos me ilusioné como una cria, en esa época yo creía en salvadores que desinteresadamente arreglan las cosas que no están bien. El mazazo fue criminal ... al principio incluso hasta intenté disculpar lo que empezaba a ser evidente, los anti casta habían entrado en el club y estaban encantados. Pero bueno, finalmente asumí que así estaba montado y pensándolo bien ¿por qué iban a morder la mano que les daba de comer? llegué a la conclusión de que a las altas instancias solo llegan los que saben acomodarse a lo que les espera, idea que aún mantengo.
Por cierto, yo soy muy mía y cuando doy un abrazo me gusta percibir por unos instantes la sensación que me produce, aunque lo virtual es otra historia, lo de sentirme apretada no me convence, así que te mando un abrazo sin apretar aunque sentido y un beso!!
Sólo dos cositas: 1) tampoco me caigo bien a mí mismo, tengo mis razones, si bien me he acostumbrado a soportarme y 2) en un mundo apretado y encorsetado creí que venía un poco a cuento un abrazo por decreto, pero tienes razón, te mando un abrazo sin usar los brazos ;-)
Eliminar¿y como es un abrazo sin usar los brazos?
EliminarAcabo de caer en la cuenta, virtual jajajajaja
EliminarEl 15M fue ilusionante. Luego hubo unos políticos que lo estropearon y se perdió ese potencial para hacer algo interesante.
ResponderEliminarBesos.
A mi el 15M me enseñó que el cambio que quiero en esta sociedad y en el mundo no lo van a traer los políticos, ni otros lideres de cualquier tipo. Creo que solo se puede dar a pequeña escala, en lo cercano, y si todo va bien siempre habrá quien se una y hasta podría generalizarse, pues en el fondo todos buscamos lo mismo, vivir en paz y sentir que los que nos rodean nos acompañan y no compiten contra nosotros.
EliminarEs una utopía, lo sé, pero la veo más real que confiar en un líder que tome esa responsabilidad en mi nombre y en el de todos los que formamos la sociedad.
Besos Alfred!!
El 15 M fue encantador, aunque quizás como tantos movimientos sociales pecó de ingenuidad. A la sombra de ese movimiento se aupó un partido político de nueva creación que luego resultó ser solo disidencia çontrolada por S-o-r-o-s. Y resulta que ese partido político es clave para meternos rentas básicas, normalizar la destrucción del trabajo y querer controlar hasta las relaciones sexuales entre las personas. Un poco orwelliano...
ResponderEliminarApuntas justo en la diana, hay fuerzas que mueven el mundo de manera sibilina y en las que caemos una y otra vez, empecinados en que un salvador externo ponga en orden nuestra vida.
EliminarPero pienso que esa idea de hacernos bailar al son de sus intereses la han llevado demasiado lejos y caerá por su propio peso, ya es muy visible, para cualquiera que observe un poco, como nos quieren encarrilar hacia el pensamiento único para que actuemos como les interesa a ellos, no a nosotros.
Un abrazo Ana!!