Mi conclusión a estas alturas de la vida es que en este mundo solo encajas bien si sigues el programa: consumir mucho, actuar en función de las opiniones de los demás, sobrevivir como sea a los miedos que van y vienen, adicción a la tv, a los dispositivos móviles ... etc. Pero en caso de seguirlo al pie de la letra acabo siendo lo que la sociedad quiere que sea, no lo que yo quiero ser.
Será por mi naturaleza revoltosa que hace tiempo decidí zafarme de tanto condicionamiento y me empeñe en ser la responsable de mi realidad, en lo bueno y en lo malo. Además, mis pensamientos ya no giran en torno a los horrores de cada día, trato apreciar las cosas sencillas y bellas que me hacen confiar más en la vida y me rio de todo, especialmente de mi misma. El mundo no cambiará porque una persona encuentre un poco de paz, lamentablemente, pero con la desazón tampoco arreglaba nada y la resistencia desgasta demasiado para ejercerla como rutina.
Así que volando por el cielo de mis ideas pasan los días, de forma pacifica, agradecida de estar viva y de experimentar y comprender... y un montón de cosas más. Para mi es una buena forma de vivir, ojalá pudiese hacer algo para cambiar el mundo pero me conformo con no dejar que me arrastre el vendaval y buscar cielos amables en los que volar, con los ojos bien abiertos y esperanzadoramente rebeldes. Algún día puede que lea esto que ahora escribo y ya no piense igual, o a lo mejor veré que lo que ahora siento fue un paso importante para llegar a dónde llegué ¿quién sabe?.
Tú también eres revoltosa?
ResponderEliminarSi fuéramos más el mundo iría mejor pero la gente traga con todo.
Sigue así.
Besos.
No puedo seguir de otra manera Toro, veo las cosas como las veo y por muy estilosas que sean las gafas y muy cómodas, no las aguanto. Tal vez me equivoque, pero hoy por hoy prefiero pensar por mi misma y aunque escucho a los expertos que me dicen como tengo que vivir, la última palabra la tengo yo, no ellos.
EliminarBuen día por delante, besitos!!
Te cuento ❤️
ResponderEliminarAyer algo cambió mi vida
Hoy
creo en los milagros ❤️
Pues no es nada corriente creer en los milagros ¡bienvenida al club!
EliminarMuchos besos Mucha!!
Es una gran forma de vivir tu vida, según tu visión y no dejándote arrastrar, y para eso hay que ser valiente y tener claro que te puedes quedar sola en el camino, pero compensa.
ResponderEliminarBesos.
Es cierto que nadie desea quedarse solo, todos queremos ser aceptados. Pero cuando lo ves muy claro ya no hay marcha atrás, buscas maneras de zafarte de tanta imposición, a veces no puedes y no te queda otra que pasar por aro, pero sabes que no es un fracaso porque lo has intentado en la medida de tus posibilidades
EliminarMuchas gracias por tu comentario, besos!!
Pues sí, suscribo, además ese título que has puesto al post a mí me va que ni pintado ;))
ResponderEliminarBuen viernes, volando a tu aire... Besos!
Me alegro mucho, a veces hay que extender las alas y volar, a pesar de todo.
EliminarBesitos Milena!!
Una actitud más que inteligente. Con los años te das cuenta de que al final es de esa manera cuando más te sientes viva y auténtica; y cuando más aprecias la vida en su más pura extensión.
ResponderEliminarVolemos a nuestro aire, querida amiga. Es lo único que en verdad tenemos…: nuestro propio pensamiento.
Un placer leerte, Ana.
Abrazo grande, y muy feliz finde 💙
Es así, los años vuelan y la vida encorsetada cada vez apetece menos, y también el pensamiento único, que a veces me parece que nos tratan como si fuésemos niños pequeños, como si no pudiésemos pensar por nosotros mismos.
EliminarTambién es un placer tu visita, besos!!
Querida Ana. Pasaron los tiempos en que quise cambiar el mundo, entonces decíamos “romper moldes”. Sí. Ahora, cuando las sombras se acortan y el infortunio nos ha dado unas lecciones tremendas, nos acomodamos, vemos cuánto cuesta construir y qué fácil resulta derribar lo levantado. Quizás las curas de humildad y el principio de la realidad nos han enseñado que no somos tan especiales ni tan bonitos como para decirle a aquel: “tú lo has hecho muy mal, vete, que yo lo voy a hacer mejor” y mucho menos decirle: “quítate tú para ponerme yo”.
ResponderEliminarBuscamos la tranquilidad. En mi caso no quiero ni el brillo ni el oropel, ni siquiera salir de mi zona de confort, qué sentido tiene hacerlo, ¿es que acaso seré más feliz?
Aprecio las cosas sencillas, la buena cocina sabrosa, natural y sencilla, el arte clásico, las pequeñas virtudes (no las grandes) y los pequeños vicios (no los grandes).
Aspiro a tener la espiritualidad de un zapato, soy materialista. No quiero la exclusividad, con lo vulgar me conformo, aspiro a ser el mejor de los mediocres. Creo en la ciencia y en la técnica serena y consciente.
Abrazos.
Francesc Cornadó Estradé
Cualquier perspectiva es buena, cada una adopta la que mejor le viene y partiendo de que no se perjudique a nadie, esa libertad de elección es una maravilla. El caso es que desde hace unos años tengo la impresión de que la sociedad se esta radicalizando y la diversidad que podría ser enriquecedora se diluye en bandos cada vez más hostiles que se empeñan en guiarte como si no supieses lo que es aceptable y lo que no. Y para encima, si no entras en esa dinámica parece que no encajas en ningún sitio. Si al final las personas tampoco somos tan diferentes, todos queremos vivir tranquilos y no sé por qué hay que sujetarse a una causa, sea cual sea.
EliminarTe doy la razón en que la vida podría ser más agradable si nos serenásemos un poco, que hay demasiada tensión por todas partes.
Un abrazo y un beso Francesc.
Calma, mucha calma. Y procurar que no se oxiden los goznes de la mente. ¿Repito lo de calma?
ResponderEliminarNo hace falta que lo repitas Fackel, yo no soy calmada por naturaleza pero me he dado cuenta de lo importante que es tomarse las cosas con calma, que antes o después aprendemos y la inquietud puede ser una virtud o un escollo, según el enfoque.
EliminarBesos!!
yo tampoco encajo fácilmente, soy "muy mío", para bien o para mal. demasiado aburrido para los más juerguistas, demasiado transgresor para los más puritanos.
ResponderEliminarestoy muy de acuerdo con tu punto de vista. sigue a tu corazón y a tu instinto. es una tontería seguir a disgusto las directrices impuestas por la sociedad, total para que luego no te salga bien...
besos!!
Es que hay que ser coherentes con lo que pensamos, que si no lo somos, antes o después nos pasa factura. Y cada vez le hago más caso a mi corazón y ante la duda me inclino por mi instinto, que las sociedad te puede a tiranizar si te dejas llevar y es verdad que nunca aciertas.
EliminarUn besito!!
Arquímedes no tenia tan claro lo de no poder "modificar" el mundo cuando dijo:
ResponderEliminar¡Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo! :))))))
Claro que lo tuyo es diferente! Y muy práctico. Se le llama soltar amarras... de lo convencional!
Y en esto y en lo que te conozco, hay que reconocer que vas adquiriendo maestría! :))))))
Abrazos Ana.
Con mover mi mundo es suficiente Ernesto, que los movimientos en masa nunca han salido bien.
EliminarY en lo de soltar amarras cuando es necesario voy cogiendo tablas, no hay otra, en mi opinión.
Besos!!
Es una magnífica reflexión... Tomar el timón de la propia vida, es la mejor manera de navegar por este mundo...
ResponderEliminarAlguien dijo algo así: "Quien quiera cambiar el mundo que se dé antes una vuelta por su casa"... Supongo que dicha vuelta nos revelará mejor nuestras fuerzas y posibilidades a la hora de afrontar el cambio planetario...
Yo sigo queriendo cambiar muchas cosas del mundo a pesar de los miles de derrotas que porto en mis alforjas, pero me estoy dando cuenta de que, para poder lograr alguno de mis propósitos, primero he de cambiar yo... O sea, lo de la tan manida frase (no sé de quién es) que dice: "El mundo está a oscuras, ilumina tu parte"... Aunque también hay otra que nos pone los pies en el suelo que dice: "Las definiciones serían grandes cosas si no estuvieran hechas con palabras"...
Creo que el pragmatismo personal que veo en tu texto es muchísimo mejor que mi idealismo... Muchas veces he hecho esta reflexión que hoy nos trasladas, pero mi alma quijotesca me conduce una y otra vez a estrellarme contra los los gigantes que, sin ser molinos, sí que me dejan "molido"...
Uy, creo que se me ha ido el argumento de las manos...
Abrazo
Coger el timón de la propia vida es liberador aunque cuesta, al menos para mi no ha sido fácil y en ello ando. No hay soberanía sin responsabilidad, lo que te obliga a dejar de echar balones fuera y reconocer tu contribución en aquello que no sale como tu quieres.
EliminarNo nos gusta contemplar nuestros errores pero te avisan de algo y solo queda tratar de remediarlos o si no puedo, aceptar que lo hice lo mejor que supe con el grado de conocimiento que tenía en ese momento y es una lección de vida.
Yo también he sido Quijote demasiadas veces, a base de porrazos llega un momento en el que te das cuenta de que desgastarse es inútil y eres de más ayuda si estás bien.
Me encanta tu argumento, ha sido una grata sorpresa encontrarme con tu comentario.
Besos!!
Al menos intentas la mejor opción.
ResponderEliminarUna entrada interesante para reflexionar.
Abrazos.
A menudo escribo para reflexionar sobre algo a lo que intento dar sentido, al ponerlo por escrito y gracias a los comentarios el puzle acaba encajando.
EliminarMe alegro de que lo encuentres interesante, intentar ser conscientes de cómo vivimos ayuda a evitar los errores que nos lastran una y otra vez.
Gracias por tu comentario, un besito!!
En mi jardín hace tiempo que no cultivo el odio porque aprendí una dura lección que me impuso la vida: que el odio termina "estupidizando".
ResponderEliminarBesos.
Es una opción inteligente, gastar la vida entre odio y odio tiene que ser una amargura. Me vienen a la cabeza un par de frases muy buenas del que fue presidente de Uruguay, Mújica: "El odio termina estupidizando porque nos hace perder objetividad frente a las cosas. Es ciego, como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye".
EliminarGracias por pasarte Pitt, muchos besos!!
Por supuesto que puedes disponer del poema para ponerlo en tu blog o donde consideres.
ResponderEliminarPara mí es un honor.
:)
Besos.
Muchas gracias!!!
Eliminar:)
ResponderEliminarMe gusta verlo ahí.
Besos.
Me alegro un montón, había un hueco en el lateral a la espera de llenarse con algo significativo.
EliminarEse amor sin fronteras de tu poesía es conmovedor e identifico tus palabras sobre la vida y muerte infinita con una idea que tengo muy asentada. Nos aferramos a la permanencia y nos cuesta asumir que cada día nacemos y morimos, no somos la misma persona de ayer, ni de hace un año, ni de hace diez. Ese privilegio tan humano de renacer es para mi la gran belleza de la vida.
Muchos besos Toro!!
Me parecen preciosos, muy acertados y profundos tus pensamientos.
ResponderEliminarLa vida es un regalo que se nos da a cada uno; labrarla desde nuestro propio interior y necesidades, pienso que es lo mejor que podemos hacer con ella. Si la dejamos entregada al mundo exterior, deja de pertenecernos. E inevitablemente, nosotros nos alejamos de nuestra paz, de nosotros mismos, y de ese maravilloso regalo inmenso como el universo que es Vivir.
Me encantan tus reflexiones
Un fuerte abrazo
Gracias por el chorretón de ánimo de tus palabras. Me gusta mucho tu percepción de labrar la vida, me viene a la cabeza la tierra, esa compañera que hemos dejado atrás para enraizarnos en las ciudades, adormecidos con una extraña sensación de comodidad.
EliminarMejor labrar nuestro destino que entregar nuestra soberanía a quienes creen estar en posesión de la verdad, alejándonos sin duda de la tranquilidad y felicidad que todos buscamos.
Muchos besos Maite!!