Ser flexible como un junco

Hay una frase del Talmud que me llama poderosamente la atención y tiene sentido para mi, especialmente en estos tiempos "sé flexible como un junco, no tieso como un ciprés". No se puede decir más claro, la humanidad ha sobrevivido a todo tipo de cambios y hemos evolucionado porque somos capaces de adaptarnos. Cuando algo ya no nos sirve. nos deshacemos de ello, sencillo en el aspecto material  pero no tanto en el mundo de las ideas, la tradición tiene un gran peso y en el fondo nadie desea ir a contracorriente.

Una segunda frase, del artista francés Francis Picabia (cuando empiezo a cuestionar algo y ojeo por internet las frasecitas que apuntan en esa dirección brotan como las setas) "nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección” y vuelta a lo mismo, la búsqueda de la flexibilidad.

Tras analizar el asunto, me quedo con la impresión de que ser flexible no me hará mal, al contrario, ayuda a suavizar la reacción a lo que nos pasa, que en los casos más dolorosos no es poca cosa. 

En este momento no tengo mucho tiempo para dedicarle al blog pero éste concepto de la flexibilidad lleva días rondándome por la cabeza y como en tantas otras ocasiones, ponerlo por escrito y soltarlo en ésta entrada, me resulta liberador.