Imagen de Ultra_Nancy https://pixabay.com/es/photos/ni%C3%B1a-belleza-cuentos-de-hadas-2436545/ |
Fe decidió salir a pasear antes de la cena, la tarde había sido especialmente calurosa pero ahora una agradable brisa alborotaba sus cabellos, al fin comenzaba a refrescar. Parada en la entrada de la casa se le ocurrió que antes de salir a caminar podía cortar unas flores para adornar el comedor y se dirigió al jardín. Tenía muchos tipos de flores, algunas especialmente bellas: orquídeas, narcisos, lirios... . Notó que en ese momento su fragancia era muy intensa, seguramente el jardinero las había regado recientemente y ellas respondían liberando su perfume.
Fue armando el ramo, tomando flores de aquí y de allá hasta que consideró que ya estaba terminado. Y justo cuando se proponía regresar a la casa, algo se le enredó en el pie y tropezó aterrizando violentamente contra el suelo. Todo comenzó a volverse borroso y una sensación de pesadez en la cabeza la envolvió, Fe perdió el conocimiento.
Al volver en sí, se vio a si misma en una habitación que no conocía, estaba sentada frente a una ventana y mirando un cielo de deslumbrante claridad. Por alguna razón podía ver la escena desde cierta altura y asombrada se percató de que en su espalda empezaban a formarse unas alas blancas y brillantes como de nácar, que se iban abriendo y extendiendo mientras dibujaban irisaciones de muchos colores. Le parecieron tan bonitas e impactantes, igual de un metro o más cada una de ellas. Curiosamente, podía ver cómo se volvían etéreas al contacto con el respaldo de la silla, como si la atravesaran, pero sólidas y de porte majestuoso fuera de sus bordes. La estampa le pareció magnifica. Se preguntó a si misma ¿Qué me está pasando? ¿Qué hago aquí?. Todo era muy extraño pero más que miedo sentía fascinación, como si estuviese en un dulce sueño del que no deseaba despertar.
Se enfocó en el ventanal, un pato salvaje volaba a lo lejos a una altura considerable, también pudo ver a un águila de pequeña envergadura pasearse frente a ella. El animal, tras describir varios círculos se acercó al cristal y emitió un chillido enérgico justo antes de alejarse. Fe, que de pronto se percibía sentada en la silla, subió su mano derecha al pecho e inclino la cabeza sin saber bien el porqué. Tal vez ese encuentro era lo que estaba esperando porque a continuación con un movimiento grácil replegó sus alas y se levantó. Se encaminó hacia la puerta sintiendo que la belleza que adornaba su espalda comenzaba a disolverse como en una bruma pero no le importó. pues de alguna forma era consciente de que se trataba de un regalo efímero.
Apenas había dado unos pasos cuando de nuevo le volvió esa sensación de pesadez en la cabeza y entornó los ojos. Espirales de luz se movían a su alrededor y tuvo la impresión de viajar a través de un túnel luminoso en el que se encontraba muy a gusto. Deseaba con todas sus fuerzas que esa sensación no terminase jamás, le parecía que nunca antes se había sentido tan feliz. No obstante, no tardó mucho en comprobar que el túnel se acababa y que podía vislumbrar una escena al final del mismo. Desconcertada, se dio cuenta de que volvía a estar en su hogar, apoyada en una barandilla no muy lejos del jardín y con el ramo de flores en una mano. Lástima pensó, ha sido un sueño tan hermoso.
La lástima
ResponderEliminares esa ,
sueños,
sueños son .
Pero los sientes y los puedes recordar casi como una vivencia más, si son agradables bienvenidos sean ji,ji.
EliminarBesitos Orlando!!
Desde una perspectiva existencial, el relato de Fe nos invita a reflexionar acerca de la condición humana como un tránsito entre realidades efímeras y la cotidianidad tangible . El súbito sueño en el que la protagonista se descubre con alas y una percepción expandida del entorno puede entenderse como la simbolización del impulso de trascender lo inmediato. Dicho impulso revela la tensión entre el anhelo de libertad —encarnado en unas alas blancas y brillantes— y la conciencia de la finitud de la experiencia humana, visible en el momento en que esas alas se desvanecen.
ResponderEliminarEn el fondo, la vivencia de Fe sugiere la posibilidad de acceder a otra dimensión de sentido, un instante en el que su subjetividad se expande y la desconecta de las limitaciones espaciales y temporales que conocemos. Esto, a su vez, lleva a cuestionar hasta qué punto nuestra realidad “objetiva” no es, en parte, una construcción mental que deja lugar a manifestaciones profundas de nuestro ser que a menudo pasamos por alto.
El regreso repentino al hogar, con el ramo de flores todavía en la mano, ejemplifica el contraste entre la permanencia de lo material y la fugacidad de nuestras visiones íntimas. Visto así, el relato sugiere que, aunque la existencia ordinaria continúe, esos instantes extraordinarios nos cambian de algún modo, abriéndonos a nuevas comprensiones de quiénes somos. De ahí la importancia de acoger con apertura cualquier experiencia que nos roce con lo trascendente, aunque sea tan solo una ráfaga que se disipa tan rápido como llegó, pues cada una de estas vivencias enriquece nuestro sentido de la vida y nuestra noción de libertad .
Un abrazo, Ana, tu relato me ha conmovido.
Tu análisis concienzudo me ha encantado Joselu. Cuando hablas del tránsito entre realidades das en el clavo, en el fondo pretendía relatar una experiencia cercana a la muerte, tema que me atrae mucho. El túnel de luz, encontrarse en una realidad insólita... se repite bastante en quienes se atreven a hablar de este tipo de experiencias.
EliminarMe gusta mucho esa asociación que haces entre las alas y la libertad, y también lo de desconectarte de todas las limitaciones accediendo a otra dimensión. Pienso ahora en las personas que practican parapente, seguramente sienten esa libertad y expansión cuando se mueven a través de las corrientes de aire, tiene que ser una gozada.
Al final como dices hay momentos extraordinarios, a veces en el ámbito onírico, que nos marcan y que nos hacen acariciar posibilidades tan insólitas como hermosas. Lo que he relatado de las alas lo soñé hace años y me impactó tanto que a día de hoy aún lo recuerdo con bastante detalle.
Sin duda te ha emocionado pues has hecho una tesis impresionante, me alegro muchísimo y te mando un fuerte abrazo!!
Las fragancias de las flores nos acompañan en los sueños más bellos, son como las alas del ángel de la Anunciación de Simone Martini.
ResponderEliminarEl texto me ha parecido muy bueno, extraordinario. Te felicito.
Un fuerte abrazo.
Es curioso cómo en los sueños podemos saborear, oler... no estamos en el mundo real pero lo parece.
EliminarY es que cuando nos vamos a dormir se puede abrir una puerta a ese mundo que a veces resulta mágico. Yo siempre tengo presente que mis últimos pensamientos del día tienen que ser agradables para entrar en la inconsciencia del sueño con buen pie ji,ji.
Me hace feliz que te haya gustado tanto, un fuerte abrazo Francesc!!
Se me olvidaba, he buscado al ángel de la Anunciación de Simone Martini y me he encontrado con una pintura delicada y muy bella, muchas gracias por la aportación!!
EliminarSentí algo parecido, salvo las alas. Un beso
ResponderEliminarHola Susana, no sé si te refieres a un sueño o a lo que llaman una experiencia cercana a la muerte. Mi idea inicial era hacer un relato sobre lo que llaman ECM, pero al final quedó más bien como un sueño, aunque un tanto misterioso.
EliminarUn besito!!
Esos sueños que nos gustaría poder alargar, que nos dejan una levedad de espíritu y mucha paz. Abrazos
ResponderEliminarAsí es, a veces al despertar desearías que el sueño continuase mucho más. Pero atesoras eso que te ha emocionado como algo valioso que siempre podrás recordar.
EliminarUn gran abrazo Ester!!
A veces hay sueños tan claros y vívidos, que parece como si viajáramos. Se dice que el alma... No sé.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
El alma escapa por las noches cuando el cuerpo descansa, eso dicen y para mi tiene sentido.
EliminarSoy de la opinión de que solo hay una diferencia entre dormir y morir, en el primer caso lo normal es que vuelvas al cuerpo.
Un abrazo grande para ti también!!
He preparado esta presentación sobre los sueños. Espero que te sea de interés: ¿Qué son los sueños? Un abrazo, Ana.
ResponderEliminarGracias Joselu, lo he visto y está muy bien.
EliminarEstoy de acuerdo con Jung en ver los sueños como algo reparador más que una plasmación de deseos reprimidos. A mi me parece que lo que tienes en mente te guía hacia un tipo de sueños, que pueden ser deseos o no.
Sobre su aspecto místico, como revelación de sabiduría, el dicho "lo consultaré con la almohada" ya apunta en esa dirección, la reducción de las áreas de la razón y la memoria que citas, te pueden llevar a ver tus opciones con más claridad. En cuanto al viaje del alma, personalmente lo veo tal cual, la mente pensante descansa y te sumerges en la más pura experimentación, sin el lastre de juicios, ni de expectativas.
El tema de los sueños lúcidos es muy atractivo, y muy complejo, en ocasiones puedes darte cuenta de que estas soñando y tomar las riendas del sueño, yo lo he hecho, pero creo que es mucho más que eso.
El tema las caídas también me interesa mucho, he tenido épocas en las que era recurrente. Hay quien dice que esa sensación de vértigo justo antes de despertar viene de que algo externo, un ruido o similar, pone a tu cuerpo sobre aviso y hace que regreses a demasiada velocidad.
Y que la IA pueda dar información sobre los patrones del sueño y ofrecernos su interpretación también lo encuentro interesante, podría sorprendernos y sacarnos de nuestra zona de confort.
En cuanto a La Teoría de la Activación-Síntesis en los sueños no me cuadra con mi propia experiencia, me parece que el trabajo mental pierde gas y pasas a una experiencia puramente sensorial.
Bueno, como ves me interesa el tema ji,ji, me he extendido un montón, muchas gracias!!
Ana, he ampliado la presentación y he incluido los sueños chamánicos en dos tarjetas más, pensando en ti, precisamente. Muchas gracias por tu atención.
EliminarLa idea de que el alma sale a expandirse aprovechando que el cuerpo descansa, me cuadra bien. Es más, diría que quien verdaderamente necesita descansar es el alma, para liberarse de tanta densidad.
EliminarNo me extraña que Orientales, Egipcios y Chamanes compartan el planteamiento de un viaje hacia lo divino, ahí yo matizaría que lo lejos que se pueda llegar va condicionado a la amplitud de miras, las mentes más abiertas seguramente pueden optar a dimensiones más elevadas de conocimiento.
Es un tema fascinante y te agradezco mucho que hayas puesto esta presentación, es muy completa y cada persona puede identificarse con alguna de las explicaciones posibles que se ofrecen.
Qué tal. No sabía que de nuevo escribías aquí. Yo hace muchos años que no recuerdo lo que sueño. Pero es evidente que algo tengo que soñar, claro.
ResponderEliminarHola Cabrónidas!! me alegro de verte, solo hace unos días que ando de nuevo por aqui.
EliminarYo estuve años sin recordar los sueños, ni idea de porqué, si alguien lo sabe estaría bien que lo compartiese.
Un abrazo!!
Hola Ana. Quería comentar en tu entrada anterior (lo haré) pero primero lo haré en esta. Antes que nada, me alegra mucho ver que estás aquí de nuevo, contando cosas.
ResponderEliminarConforme iba leyendo la extraña experiencia y sueño de Fe he tenido muy claro que me recordaba fuertemente tres cosas (nada menos). Una, viajes astrales. Dos, un tránsito hacia el más allá, el otro lado. Tres, una experiencia con fuerte componente espiritual o místico, una expansión de la conciencia y de los límites habituales de nuestra identidad. Y de hecho creo que estas tres facetas pueden estar estrechamente relacionadas no pocas veces.
Me ha recordado a viajes astrales porque creo que yo he tenido muchísimos soñando, sobre todo hace ya bastantes años. Quien quiera creerlo que lo crea y quien no que no, francamente es algo que no me quita el sueño (juguemos con el lenguaje). Lo sintetizaré brevemente. Eran sueños extremadamente vívidos donde yo era consciente de lo que estaba viendo y experimentando, y no solo eso, era consciente de que dentro del sueño era consciente. Estaba como "despierto" dentro del sueño (que en cierta manera no me lo parecía). ¿Sueños lúcidos? También era extraordinariamente feliz, mucho, mucho, y además podía volar, flotaba en el aire y me desplazaba, pero no tenía alas. Dentro del sueño y de la experiencia "consciente" no salía de mi asombro e incluso me decía a mí mismo "no puede ser", "¿estoy volando?", "¿estoy soñando en verdad, o no?" y cosas por el estilo. Soñé todo esto infinidad de veces y repito que era extraordinariamente feliz. Por eso vuelvo a la idea anterior: creo que el componente espiritual estaba ahí muy presente, como si se hubiera abierto una puerta a otras realidades y posibilidades.
Después he mencionado una especie de tránsito al otro lado. Y qué casualidad, mencionas que has querido retratar o evocar una experiencia cercana a la muerte (ECM). Y mira qué otra casualidad, hace unas semanas escribí sobre este tema en mi blog. Una cuestión que no me genera demasiadas dudas, es decir, que le doy total credibilidad a las cosas que han relatado miles de personas que al parecer han estado en ese umbral y han vuelto. Puede que la ciencia un día llegue a dar una explicación absolutamente racional y lógica, o sea, científica, una explicación de tipo neuronal o cerebral, que sea la mente la que genera todas esas imágenes. Quién sabe, pero ése es otro tema. A día de hoy creo que esas personas describen algo que efectivamente sucede. Son demasiadas coincidencias en sus relatos. Bien, lo que hice fue recoger las reflexiones de un médico llamado Manuel Sans Segarra, que ha dado muchas charlas, escrito un libro y aparecido en los medios entrevistados. Como es un tema que me interesa, leí lo que decía (llegué por cierto bloguero a esto). Y de hecho la entrada que publiqué es la primera de tres (seguiré cuando tenga ganas), todas ellas en torno a lo que cuenta este médico. La entrada en mi blog, por si te apetece, se titula "Somos conciencia… y Supraconciencia (1)".
Bueno, el relato que has escrito tiene muchos elementos de este tipo de experiencias, entre ellos la belleza, la sensación de extrema felicidad y también ese componente enigmático puramente onírico. Pero también conecto todo esto con esos supuestos viajes astrales, por los rasgos comunes. En fin, no sé si estaré mezclando demasiado las cosas.
Y aquí lo dejo. Un abrazo. Namaste
Hola, era y soy "What" (अनत्ता 光 心), no me di cuenta y no me identifiqué debidamente.
Eliminarhola What!! se me ha pasado por la cabeza que soñando haya podido hacer algún viaje astral. Me ha pasado que al entrar en un sitio en principio desconocido, tener la seguridad de haber estado ya y volverme loca intentando averiguar "cuando" hasta dejarlo por imposible.
EliminarTodo lo que comentas me llama mucho la atención y me acercaré a leer esa entrada que citas. Es poco corriente que un médico se salga del pacto de respeto a los instructores si no es por una razón de peso.
Por cierto, comento una cosa que quizá te haga reír o te parezca sumamente extraño. O una supina estupidez, o una invención sin base, o una falacia. Hace muchos años leí (no recuerdo el autor) una posible explicación sobre esa sensación de caída brusca cuando despertamos, de golpe o de vértigo. Sería según ese autor que el cuerpo astral, que se ha ido de parranda, ha salido y viajado, cuando vuelve entra de forma desajustada y brusca dentro del cuerpo físico y de ahí la sensación de caída. Bien, podemos decir "cuerpo astral" o podemos decir mente o conciencia o incluso alma, que como veo estás diciendo que necesita salir, viajar, volar y evadirse de tanta densidad y de los límites convencionales (estoy de acuerdo). Decir que "somos conciencia" también me parece adecuado... de hecho cualquier expresión que indique que somos mucho más que un simple cuerpo físico. Otros dirán "mente" y otros dirán "energía" o un campo energético. Sea como fuere, estoy convencido de que somos mucho más que el mero cuerpo... decir "conciencia" no me parece una mera superchería, sino algo muy obvio (de la misma manera que decimos "mente" y nadie se lo toma como una superstición). Es cuestión de abrir la mente, justamente. Bueno, esa es la explicación dada. ¿Andará en lo cierto?
ResponderEliminarjajajajaja que bueno lo de que el cuerpo astral se va de parranda y luego hace un mal aterrizaje. Pero bueno, el caso es que sea por las prisas o porque viene poco fino, esas caídas al vacío impresionan bastante.
EliminarLlamarlo cuerpo astral, alma, conciencia ... como dices no es tan importante como el hecho de que hay algo en nuestro interior que necesita ser escuchado y raras veces lo hacemos, y que se escapa, por así decirlo, cuando puede.
Me alegra volver a tratar estos temas contigo, un fuerte abrazo!!
Añado que tienes mucha razón en que hemos asumido perfectamente algo tan abstracto como la mente pero tenemos resistencia para asumir la conciencia o alma... que es la otra cara la moneda.
EliminarHay un frase que me gusta mucho "entregarse en cuerpo y alma" y es que lo mental por si solo, tampoco es para tanto.
Me encanta este sueño que relatas, Ana, contagia mágico optimismo, intuición bien despierta...
ResponderEliminarSon sueños que dejan a uno como nuevo, restauradores... y leerlo, también, mil gracias
Besos
Pues me alegra muchísimo que te haya contagiado optimismo, lo mágico de un sueño de alguna manera deja su huella. A mi me encantó hacer este relato con trocitos de algún sueño, curiosidades que he leído... además abre la puerta a muchos interrogantes y soy bastante curiosa por lo que al final puede dar mucho de sí.
EliminarMuchas gracias por tus palabras Milena y muchos besos!!