"NO HAY UN CAMINO QUE LLEVE A LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO" M. GANDHI
Trátate a ti mismo de la manera que quieres que te traten, no esperes que alguien te dé lo que tú no eres capaz de darte

domingo, 4 de febrero de 2024

¿Consolamos y luego nos olvidamos de consolarnos?



sufrimiento
imagen de Mascarlos
https://pixabay.com/es/photos/pizarnik-teatro-poes%C3%ADa-5674779


Cuando alguien a quien apreciamos sufre una desgracia automáticamente nos ponemos en su lugar para consolarle y apoyarle en lo que podamos, a menudo nos volcamos sin miramientos. Y resulta chocante que no reaccionemos igual cuando se trata de nosotros, ese saber consolarnos y atendernos cuando lo necesitamos. ¿Cuántas veces hemos desatendido nuestro sufrimiento por las razones que fuesen? como en todo hay grados y hablo en general. Pero es una forma de obrar que nos debilita, a todos, pues si no podemos recuperarnos de nuestras heridas internas lo más probable es que vayamos poco a poco perdiendo la capacidad de ayudar a los demás y al final la sociedad se resiente. Pienso además que las personas más despiadadas tienen a menudo tanto dolor en su interior que no pueden mostrar compasión hacia los demás y no quiero que se me malinterprete, no trato de disculpar la maldad y el hecho de sentirse dañado no justifica en ningún caso el sembrar el daño en otros.

A mi me parece que el desatenderse por las razones que sean y seguir adelante como si no pasase nada, si se mantiene en el tiempo, puede acabar en un sufrimiento enmascarado que entra en un bucle (incapaces de prestar apoyo a otros por no tratarnos bien) del que difícilmente se sale. Tengo en mente en este momento a personas que he conocido y que se sentían obligadas a estar siempre pendientes de los demás de tal forma que nunca quedaba espacio para ellas, algo que acabó por pasarles factura con una enfermedad grave o un carácter resentido dispuesto a sembrar malestar a su paso. Y pienso que aunque está bien visto atender a otros a costa del propio bienestar, no es una opción sensata. Me explico, no es tan raro dejar de ayudar a los demás porque también estamos fatal pero si cada persona se trata bien a si misma e intenta no sobrecargarse, se evitarían muchos dramas. Supongo que es un planteamiento con el que se puede estar o no de acuerdo pero tengo la impresión de que el número de personas sobrecargadas va en aumento, algo no estamos haciendo bien.



40 comentarios:

  1. Francesc Cornadó Estradé4 de febrero de 2024, 7:49

    Creo que es tan imprescindible la consolación propia como el amor propio.
    Nos desatendemos. El dolor propio se transmite a los demás, sobre todo a los que nos aman. Debemos cuidad nuestro bienestar, nosotros y los demás lo necesitan.
    Saludos
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda Francesc, es imprescindible amarse para poder ofrecer amor a los demás, y así en los momentos bajos no quedar a expensas de que algo externo nos consuele sino poder auto curarnos, por el simple hecho de ponerle intención, que no se requiere más en la mayoría de los casos creo yo.
      Exportamos amor o dolor, es nuestra elección, y es fácil entrar en bucle pues unas experiencias asientan otras y nos conducimos por los derroteros que vamos fijando casi inconscientemente. Mejor apuntar hacia una sociedad más amable y cooperativa, empezando por ser amables con nosotros mismos pues no podemos dar lo que no tenemos.

      Qué tengas una buena jornada, besos!!

      Eliminar
  2. También creo que los más despiadados tienen sufrimiento interior, complejos varios, frustraciones y exceso de ira. Pero por regla general alternamos, según tiempos, posibilidades propias y personas con las que nos relacionamos, esas entregas. Pasamos de atender a desatender, o a la inversa, no somos constantes. Aunque también me pregunto si quienes son capaces de mantener consuelo con otros es porque tienen mucho del propio o porque necesitan afirmarse con su generoso cuidado o porque gustan de recibir algo a cambio. Tratarnos cada uno bien a nosotros mismos, ahí es ná, Ana. Lo hacemos a saltos y en ocasiones creemos tratarnos bien cuando solo somos unos ansiosos por lograr lo inalcanzable. Hagamos lo que podamos, con los próximos y con los ajenos o distantes. Siempre hay pequeñas actitudes que alguien que pasa a nuestro lado agradece. Y no te digo si en asuntos de preocupación familiar sabemos corresponderl. Creo más bieb que todo consiste en fecundar y mantener el apoyo mutuo, que es un elemento de la biología humana desde el principio de la especie.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El sufrimiento interior pasa factura, eso se ve a diario. Y a mi me parece que quien da mucho (no hablo de nada material) es que tiene mucho, por circunstancias de la vida y por carácter seguramente, sabe cuando debe parar, tomar aliento y perspectiva, si ve que un acto generoso ya no lo está haciendo con alegría y convicción, que supongo que es el primer aviso.
      Me molesta el culto a los superhombres y supermujeres que pueden con todo y no parecen humanos, hay gente que se lo cree y se carga de responsabilidades que les sobrepasan. Buscar lo inalcanzable no debería ser un problema con los pies en la tierra, si somos conscientes de que nuestras aspiraciones solo son una referencia para escoger un camino u otro. Hay una ansiedad muy grande en estos tiempos, es verdad, y el ansia estropea cualquier sueño, deberíamos de tener claro que lo importante no es la meta sino el trecho que hay de por medio.
      Y esas pequeñas actitudes que comentas hacen maravillas, tanto si somos propiciadores de ellas como destinatarios. Podemos empezar por tratarnos bien a nosotros y de rebote a la familia, la comunidad, región, país, naciones... de menos a más, pienso que como propósito ya cumple su función. Está comprobado que el apoyo, si es espontáneo y hay un receptor cabal, genera una corriente en ambas direcciones muy beneficiosa y que se puede contagiar a otros cuando hay buena predisposición. Su alcance no depende del que mueve la primera ficha, es cosa de todos los que participamos en la sociedad creo yo.

      Te deseo bienestar en este domingo que tenemos por delante, besos!!

      Eliminar
  3. Amiguiña Ana...
    Después de leerte, no puedo más que darte la razón.
    A veces somos muy atentos con las demás personas, por falta de atención propia.
    Es como si quisiéramos compensar nuestra falta de autoconsuelo.

    Yo suelo ser a veces demasiado empática, comparado con lo poco que recibo.
    Pero normalmente, en mi caso, si suelo atender mis propias heridas y busco consuelo propio.
    Sobretodo meditando.

    Gracias por compartir.
    Un abrazo, desde el otro lado de las estrellas. ✨
    💖💖

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola amiga, yo creo que la empatía es un tesoro aunque hay que coger tablas para que ponerse en el lugar de otro no acabe por convertirnos en lo que no somos. Conocernos y establecer límites cuando alguien o algo nos desestabiliza es muy importante, supongo que los años ayudan pero reflexionar sobre como reaccionamos aún más.
      Me alegra ver en los comentarios que estáis de acuerdo en que consolarnos con el mismo cariño con el que lo hacemos con los seres queridos supone un bienestar para todos. Yo suelo hacer una práctica curiosa cuando algo me trastorna, me imagino que le diría a mi hija si se encontrase en ese caso, y por increíble que parezca me suelo dar el mejor consejo ji,ji.
      Meditar es una buena forma de parar el ritmo loco que a veces llevamos. Yo practico la meditación de cuando en cuando pero siempre que puedo salgo a caminar por parajes naturales, prestando atención a ese escenario me conecto con la paz interior y me armonizo casi sin darme cuenta jajajajajajaja.

      Gracias a ti por dejar tu aporte, un abrazo y besitos de largo alcance, que lleguen hasta las estrellas!!

      Eliminar
  4. Quizá es porque vivimos en una cultura en la que a veces parezca que se tenga que ser siempre feliz o se tenga que poder con todo, no hay espacio para reconocer y transitar emociones como el miedo o la tristeza. Pero si, entiendo perfectamente lo que dices.Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo cada vez hago menos caso de las tendencias sociales, viví esclava de ellas muchos años y cuando respire un poco de la libertad de ir a lo mío, ya no quise saber nada de quienes hablan de algo que no va conmigo, aunque estén muy reconocidos socialmente.
      Me alegra mucho que se entienda la idea de que damos lo que tenemos y que si es amargura por no atendernos bien, eso afecta a los que nos rodean.

      Buen día y un besito Noelia!!

      Eliminar
  5. Mi hija pequeña es enfermera en un hospital oncológico y ve todos los días dramas terribles. El otro día me contaba el caso de una adolescente gótica, con todo el cuerpo lacerado por los cortes que se hacía, que se vio aquejada por una leucemia en agosto pasado, hasta que el otro día murio, seis meses después. A su dolor psicológico, se unió la enfermedad implacable. Sin duda, los sanitarios tienen que desarrollar un blindaje emocional ante tanto dolor. Se entregan totalmente a sus pacientes pero la vida sigue, no pueden dejarse devastar por el sufrimiento que ven cada día. Yo le pregunto que cómo lo hace. Supongo que esa es una buena cuestión porque entregarte al padecimiento ajeno no debería ser a costa del propio. Pero una cosa es cuando es ajeno y otra cuando te implica directamente, supongo que esa es la diferencia. Los padres de la muchacha gótica, ahora pasarán el duelo y seguirá la vida devastados, pero no había ninguna otra opción y esa aceptación ayuda a sanar. Un abrazo, Ana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El caso de tu hija tiene que ser duro de digerir, es muy difícil no dejarse llevar por lo que nos rodea y ante esas situaciones también creo que blindarse es una necesidad. A mi me parece que es importante aceptar que no somos los responsables de la vida de los demás, que ayudamos en lo que podemos pero tratando de evitar el dejarse arrastrar por los dramas que vemos, que así poco o nada podremos solucionar.
      Cuando la desgracia te toca de cerca todavía es peor, por esa responsabilidad que sentimos y que es algo que tenemos muy arraigado. Pero no hay duda de que es necesario respetar las decisiones de los seres más queridos y aceptarlas por devastadoras que sean. No podemos hacer que vivan como nosotros quisiéramos que lo hiciesen, no aceptarlo hace que se rompa ese apoyo mutuo que supone la unidad familiar. En el caso de los hijos, aunque siempre nos apetece controlar su trayectoria, es un hecho que su forma de vida es su responsabilidad, solo establecemos unas bases esperando que todo salga bien, y pienso que normalmente el amor da mejores frutos que el control. Pero en cualquier caso hacemos lo que podemos y como dices la aceptación es fundamental.

      Qué tengas buena jornada por delante, besos!!

      Eliminar
  6. La vida es una alternancia de momentos felices y otros anodinos o desgraciados sin más. En cada uno nos comportamos como buenamente podemos, a veces nos apoyamos en amigos y familia, para superar ciertas contrariedades y en otras, quizás más veces, somos bastón de desgracias ajenas. En los momentos, esos de alegría, que a veces ni siquiera se sabe que lo son, los bastones, ya no somos tenidos en cuenta.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Apoyarse unos en otros cuando nos sale de forma natural es una complicidad que hace bien a todos. Otra historia es convertirse en el bastón de otros, tengo cierta experiencia y nada bueno sale de esa situación si se vuelve crónica, en algún momento hay que soltar, por nosotros y de rebote por los demás que no somos de piedra.
      Buscar el estar bien y tomárselo como una aspiración personal es garantía de buena predisposición para consolar y apoyar a los demás, y al revés sacrificarse sin convicción más que ayudar genera efectos nocivos para todos.

      Me alegra leerte Alfred, buen día y besos!!

      Eliminar
  7. Es cierto, creo que es difícil encontrar consuelo hacia uno mismo luego de alguna tristeza, o desgracia, aunque en varias ocasiones he podido alcanzarlo. Claro que ese amor propio no es algo natural, viene según la educación que se haya obtenido, cosa que no es así para un gran sector de la humanidad, la pobreza, la vida desprotegido, un ambiente familiar violento, etc, atentan contra la posibilidad de tener amor, comprensión o consolación sobre uno mismo.
    Las pequeñas actitudes son como obras de arte de la vida cotidiana que se van aprendiendo a realizar muy lentamente, llegan con la experiencia de vida en medio de una sociedad mundial que actúa generalmente por impulso.
    Pero por encima de toda posibilidad de acción voluntaria están las propias experiencias que, en caso de ser extremadamente traumáticas, son imposibles de controlar. Digo algo ya gastado: cada persona es un mundo dentro de otro mundo que es la familia. A su vez la familia es un mundo dentro de otro que es la sociedad y así matemáticamente hasta llegar a la humanidad que, no está precisamente, en su mejor momento.
    Son muy interesantes tus planteos porque nos dan muchos elementos para analizar y sobre los cuales meditar y tratar de comprender.
    Te dejo un gran abrazo.
    NN

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nos cuesta mucho consolarnos a nosotros mismos, a menudo somos bastante críticos con nuestras equivocaciones y creo que si lográsemos superarlo seriamos más tolerantes en general. Aprender a respetarnos y tratarnos bien es muy importante, además cuando lo conseguimos, nos anima a seguir por ese camino.
      Lo cierto es que la entrada surgió del caso de una persona que conozco y que fue sometida a tal abuso que se ha convertido en una sombra de lo que era. Es trágico ver como se tuerce la vida de las personas que no sufrimos pobreza (nos arreglamos, que ya es bastante) ni ambientes violentos en la familia... pero podemos acabar tan dolidas con todo y todos, debido a ser incapaces de mirar un poco más por nosotras mismas. Quería plantear también el hecho de que ¿cómo se van a solucionar los problemas globales si los que podemos hacer algo estamos en un pozo? individuo, familia, sociedad y humanidad, es tal cual dices, si hay problemas de base, mal vamos.
      No obstante, al escribir estos planteamientos pensaba que serian tachados de egoístas, algo que hasta el momento no ha sucedido, pues ese negarse a prestar ayuda cuando ya no damos para más tiene sus consecuencias, en el ámbito familiar no es raro que haya personas que tiran por los los que necesitan ayuda hasta no poder más y es el ejemplo que vemos muchas veces, al menos en mi caso. Supuse que era probable que se generase un debate sobre hasta dónde se puede llevar el sacrificio y cuando es necesario forzar un descanso. Es una reflexión que llevada a casos extremos, aún teniendo claro que desgastándote a la larga condenas al que te necesita, hay tal costumbre de hacerlo así que da qué pensar.

      Gracias por tu aportación NN, agradezco que se pueda hablar de este tema con tan buena intención, besos!!

      Eliminar
  8. hola ana! planteas un tema muy interesante y actual. con el tiempo me he ido volviendo más reservado a la hora de contar mis cosas a los demás, pero sé que tampoco es bueno guardárselo todo. además, hay unos niveles mínimos de autocuidado, que son hacer actividades que nos gusten, comer saludablemente, vestir de una manera con la que nos sintamos bien al mirarnos al espejo... es lo que tú explicas, si uno/a no está bien consigo mismo, tampoco podrá hacer nada por los demás: ni cuidar a personas mayores, ni enseñar de una manera dinámica y amena si eres profesor... si estás triste, la tristeza se transmite a todas las áreas de tu vida.
    por eso es tan importante tener aficiones. puedes haber tenido un día complicado, pero al llegar a casa tu rato de lectura no te lo quita nadie, por ejemplo. y mientras estás leyendo, escuchando música, viendo una peli, paseando y haciendo fotos... no piensas en cosas inútiles y nocivas.
    besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay un mínimo de autocuidado que es importante, especialmente cuando el apoyar y consolar conllevan desgaste, que en algunos casos puede ser enorme. Yo creo que si me viese ante la posibilidad de convertirme en otra persona por estar sobrecargada atendiendo a los demás, tomaría medidas, como las que comentas para no abandonarme. El apoyo y el consuelo pienso que se basan en el amor y el respeto y cuando se erosionan, no pinta bien. He dudado en entrar a valorar la amargura del que vive para los demás y se olvida de tratarse con amor y respeto, aunque fue lo que motivó esta entrada, como reacción al caso de alguien que conozco, aunque ya no parece la misma persona, y ante la que no fui capaz de expresar lo que aquí he escrito y me quedé con mal sabor de boca.
      Muchas gracias por aportar Chema, todos estamos de acuerdo en que hay que ponerle sensatez a la ayuda que podemos prestar cuando sabemos que nos necesitan, pero sospecho que debe ser muy complicado en algunos casos.

      Buenas noches y besos!!

      Eliminar
  9. Es un mal bastante extendido, Ana, conozco muchos amigos y amigas que viven en esa situación y aún peor, sí, es decir, no son corresponmdidos en su dolor igual que ellos sí lo fueron en su momento con los demás.
    La viaes muy cruel y, a veces, tardamos en aprender a vivir.
    Feliz noche.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ayudar a los demás y no ayudarse a uno mismo debe ser bastante habitual, y la sensación de impotencia en en los casos que comentas tiene que ser enorme, cuando el dolor te puede y descubres que nadie te echa un cable. Hay tantas cosas que no están bien que a veces pienso que o damos un golpe de timón a esta realidad tan dañina en tantas ocasiones, o vamos a acabar muy mal. A nivel individual, no creo en los cambios orquestados en masa, tenemos que sentar otras bases, no podemos dejar las cosas así para los que vienen detrás.
      Yo no creo que la vida sea cruel, somos nosotros, la especie humana, los que hacemos de una experiencia que empieza siendo prometedora, se convierta en un valle de lágrimas, llegamos a la madurez convencidos de que con nuestros razonamientos sopesados todo irá bien pero tal vez deberíamos de escuchar a nuestra voz interior, esa que nos dice una y otra vez que la vida es sagrada, la nuestra y la de los demás, y partiendo de ahí todo se andará. La falta de valores que a veces comentamos, puede que se deba a la falta de amor por la vida, nuestra primera responsabilidad somos nosotros y aspirar a una vida digna, ese es un pilar esencial.
      Me revuelve ahondar en este tema pero a veces la vida te pone delante lo que no quieres mirar y no para perjudicar, al contrario, para que nos demos cuenta de lo esencial, el amor, que si no amamos la vida con todos los retos que se puedan presentar, estamos muertos en vida.

      Perdona por este rollo que he soltado Enrique, si aún andas por aquí, buenas noches!!

      Eliminar
  10. A mí no me gusta
    sentir lástima de
    nadie , y menos ,
    que la sientan de
    mi, a quien vea,
    conocido/a, de
    algo, obviamente,
    la dejo sola , y
    cuando me quiera
    contar algo,
    que lo
    haga, no soy de
    acercarme , y
    agobiar más ,
    sin querer, a
    quién está
    mal .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad que a veces tratamos de consolar sin que nadie nos lo pida y metemos la pata hasta el fondo, yo intento no caer en ese error pero aún hay veces que cuando me quiero dar cuenta ya me he metido dónde nadie me llama.

      Gracias por el aporte Orlando, un besito!!

      Eliminar
  11. Buenas noches Ana:
    No cabe duda que nos tenemos que escuchar aunque sea de vez en cuando y conocer nuestros limites para poder ayudar y ayudarnos.Hay profesiones que son de pura entrega,y sin vocación es un sufrimiento añadido. Después, tenemos los afectos y los chantajes emocionales: eso es lo más triste, personas que pueden tirar de otras por puro egoísmo.Y lo encontramos en todos los ámbitos, tanto familiar ,cómo en el trabajo e incluso en una sociedad tan exclusivista.
    Es necesario trabajar la autoestima y todo con mesura, los años dan grado en la escala de valores y una de ellas es:la flexibilidad.
    A veces nos ponemos un poco a la defensiva y la empatia es un buen recurso.
    Un abrazo y que esta semana te sea breve,estimada Ana


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas noches Bertha. Yo creo que tenemos que escucharnos sí, y pienso que la entrega sin vocación es un querer y no poder, al menos en mi caso. Lo bueno de cumplir años es que vamos aprendiendo a reconocer el chantaje, la doble intención y un montón de mecanismos sibilinos de control que hay quien los practica con maestría, en mi caso después de caer varias veces en esas artimañas, acabé espabilando. Yo estoy convencida de que la autoestima es difícil de conseguir si no tienes tropiezos, cada vez que caes y te levantas te reafirmas, es algo que siempre le digo a mi hija cuando se ofusca porque las cosas no salen como ella quiere y le da por quejarse. Lo que no te vence te hace más consciente y necesitamos algunas certezas para saber por dónde pisamos creo yo. Pero hay personas que les viene todo encima de golpe y en esos casos apoyar y consolar es importante, hasta dónde se pueda. La empatía pienso que es un don que hay que saber manejar, pues siempre hay quien trata de aprovecharse de ese rasgo, pero ayuda mucho a relacionarse con cordialidad.

      Buen comienzo de semana amiga, besos!!

      Eliminar
  12. En esta ocasión, tengo una impresión diferente a la tuya ANA, mi sensación es que aunque es verdad que hay personas abnegadas y entregadas a los demás, son una minoría tan minoritaria, que me temo el problema es justo el contrario. Vivimos demasiado pendientes de nosotros mismos. Cierto que hay que protegerse y tomar distancia, a veces, ante el drama ajeno y que con ocasión de una desgracia todo nos volcamos con quien la sufre, pero siempre es puntual y momentáneo.. Me temo que es mucho más habitual y bastante más perjudicial pensar sólo en uno mismo, por más criticable que le parezca a algunos el egoísmo altruista ( ayudar a los demás por la propia satisfacción) mejor ese, que el otro. Es más, creo es el egoísmo y la incapacidad de pensar en nadie más que en uno mismo, es la madre de casi todos los males. Lo de la sobre carga, como el umbral del dolor es algo muy subjetivo y relativo, lo que para uno es mucho, para otro es lo normal. Cada uno debe medirse y saber hasta donde y hasta donde no puede llegar y pedir ayuda siempre que sea necesario. Lo del súper hombre o la súper mujer es un mito de las películas, en la vida real, nadie puede solo con todo, todos contamos con ayuda ... Pero bueno, la esencia de lo que quieres decir sí que la comparto, hay que cuidarse para poder cuidar, hay que curarse para seguir adelante y hay que quererse si queremos que nos quieran, todo empieza por uno y termina en el otro ; )
    Un beso grande y buenas noches!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El egoísmo es muy habitual pero también hay muchos casos, igual más discretos, de personas que renuncian a si mismas en favor de otros, y según el grado de abnegación las consecuencias varían. Hay casos que te encojen el corazón, cuando ves a una persona vital que se consume en atender a otro u otros, personalmente me afecta más que ver el egoísmo generalizado campando a sus anchas que debo de tenerlo más asumido.
      Me ha llamado la atención lo del egoísmo altruista y he buscado información, para mi sorpresa lo que planteo tiene nombre, egoísmo consciente, aunque con la particularidad de que a mi modo de ver prestar ayuda siempre que se pueda hace bien tanto al que ayuda como al ayudado, por lo que enlazaría con lo que comentabas, egoísmo altruista. Y lo de sobrecargarse tienes razón en que es muy relativo, supongo que al final se ve como le afecta a cada persona según como lo lleve, sobre todo si es algo que se mantiene por mucho tiempo. Eso de que todo empieza por uno y termina en el otro me parece un resumen muy ocurrente, tal cual, y me alegro de que coincidamos.

      Me han dado las tantas y mañana no voy a ser persona cuando me tenga que levantar, espero que no sea tu caso, besos María!!

      Eliminar
    2. Una persona abnegada y dedicada a los demás que no se cuida, es...¿ "una egoísta consciente" ? No sé, pero me temo que a veces hay clasificaciones un tanto exotéricas en la red jajaja .. espero no haberte molestado con lo de ANUSKA.. ya te he contado que una de mis hermanas se llama ANA, como tú y a veces la llamo así.. es sólo cariño... otro beso y gracias ANUSKILLA jajaja me vas a dar con la sartén al final jajaja

      Eliminar
    3. Ya no me acuerdo bien como era lo de los tipos de egoísmo, pero es cierto que lo de ponerle nombre a todo y entrar en clasificaciones es a veces un tanto absurdo jajajajajaja. Y no sé que habré dicho sobre lo de llamarme Anuska pero te aseguro que no me parece mal, al contrario suena cariñoso, así que descartado lo de la sartén ji,ji, que es demasiado loco hasta para mi jajajajajajajaja.

      Un besito y buen fin de semana María!!

      Eliminar
  13. Cierto. Como una verdad de a puño. No tenemos preocupación por nosotros. Ello no quiere decir que ocuparnos en nosotros nos lleve a soslayar el dolor de los otros. Sería lo más equilibrado: atendernos y atender a los demás, igualmente lo más sano. Un abrazo. Carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente, preocuparse de uno mismo es fundamental cuando se tiene la costumbre de ayudar a quien lo necesita, tal y como lo has expresado creo que queda claro que no se trata de egoísmo sino de sensatez.

      Buen comienzo de semana Carlos, besos!!

      Eliminar
  14. Al respecto no voy a decir esta boca es mía. En lo que te conozco sé que te expresas con soltura y atino.
    Me quedo con esos parajes naturales, tan tuyos, tan necesarios en ti y que tanto te aportan.
    Y, por supuesto, con la respuesta que le das a Noelia Cano. ¡Certera!
    Abrazos Ana.
    PD: Supongo que a estas horas, y habiendo trasnochado tanto, :)))))) estarás en brazos de Morfeo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ernesto, compartimos paisajes por estar en la cornisa cantábrica y seguramente también compartimos la afición de contemplarlos. Yo le doy mucho valor a sentir paz por dentro que para mi le da sentido a la vida, y renunciar a eso por el motivo que sea, es un modo de vida que no comprendo, hoy por hoy. No siempre fui así, ni mucho menos, he combatido con y sin razón durante muchos años y tras valorar las dos posibilidades he tomado esa actitud que creo que entiendes bien.

      Hoy me he levantado hecha polvo jajajajajajaja y he empezado la mañana renqueando pero ya voy cogiendo ritmo ji,ji, besos!!

      Eliminar
  15. Cierto, muy cierto. Amar a los demás COMO A SÍ MISMO. dijo un gran maestro hace 2000 años

    Paz

    Isaac

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, creo que dijo amar al prójimo como a ti mismo, no más, ni tampoco menos. Sin duda fue un buen consejo pero a menudo caemos en los extremos.

      Paz Isaac!!

      Eliminar
  16. Hola, Ana! Es muy necesario e importante estar bien, para poder apoyar a otros. No ser mártires, que no somos santas.
    Qué bien mi has expresado.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sara, creo que tú también lo has expresado de maravilla, la santidad es un concepto que en su mejor versión puede ser estimulante pero con un lado oscuro creo yo, si hablamos de dejarnos avasallar para honrar a otros. Para mi no tiene sentido perjudicarse salvo que lo hagamos voluntariamente, y todo tiene su medida.

      Gracias por acercarte y comentar, un abrazo!!

      Eliminar
  17. Las personas que se entregan demasiado a menudo descuidan algo, su familia, su trabajo o a ellas mismas. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi me parece que entregarse a una causa no debería ser motivo de dejadez y menos hacia uno mismo, o hacia otros. Pero bueno, todo el mundo hace lo que cree que es la mejor opción, supongo que más adelante ya se ve si fue un acierto o no.

      Un beso Susana!!

      Eliminar
  18. Muy muy cierto Ana. A menudo cuidamos a los demás y nos olvidamos de nosotros mismos. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo he llegado a la conclusión de que prestar atención a los que nos perjudica y a lo que nos hace bien, ayuda bastante a lograr cierto equilibrio.

      Besito!!

      Eliminar
  19. Completamente de acuerdo:
    "Si no podemos recuperarnos de nuestras heridas internas lo más probable es que vayamos poco a poco perdiendo la capacidad de ayudar a los demás y al final la sociedad se resiente."
    No se puede expresar mejor.
    Sólo cuando uno se ama a sí mismo, se acepta, se comprende, tiene suficiente fuerza, energía y capacidad para ayudar a los demás. Y como tan bien explicas, esta ayuda carecerá de resentimiento, de interés, de expectativas... Será limpia, llena de vigor y amor.
    Gracias, Ana, llegar a tu espacio es un baño fresco de cordura :)

    ResponderEliminar
  20. Essa semana li uma frase que dizia: Quando quiser ajudar alguém ajude desde que seja
    confortável para você. Se te tira a tua Paz é caro demais. achei interessante.

    ResponderEliminar