En América Latina las políticas neoliberales se han aplicado a fondo y sin miramientos, especialmente en Chile.
Y aunque es verdad que en las últimas décadas Chile ha conseguido un gran desarrollo económico, cabe preguntarse ¿a que precio?. El sistema neoliberal conduce a una brecha abismal entre ricos y pobres, aboga por la privatización de los servicios públicos que deja fuera del sistema a los más desfavorecidos y por la cultura del consumismo que genera una masa trabajadora esclava de sus deudas. Y en mi opinión, un sistema que pone el dinero por encima de las personas y fomenta el individualismo y la apatía social sólo es ventajoso para unos pocos.
Abordo este tema por un comentario que surgió en el blog y que despertó mi interés. Decidí recabar información sobre Piñera y Bachelet y por lo que he indagado no veo grandes diferencias entre ellos, ambos apuestan por un sistema que no respeta a las personas ni al medio ambiente, y con el que estoy totalmente en desacuerdo.
Como respuesta a la persona que sugirió que tratase el tema del Chile en el blog, creo que el actual presidente Piñera, defensor a ultranza de este sistema, hace lo que se puede esperar de alguien que posee un capital de más de 2 mil millones de dólares (según la revista Forbes). Vela por sus intereses y los de sus afines. Y en cuanto a Bachelet como alternativa menos mala, en su anterior mandato ofreció algunas migajas en temas sociales pero eso creo yo no es luchar contra la desigualdad, y a pesar de sus promesas electorales que suenan muy bien, hay muchas contradicciones en esta mujer que me hacen desconfiar, por lo que me temo que la lacra del neoliberalismo no tiene visos de corregirse a corto plazo.
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En España no estamos mejor, padecemos también las consecuencias del mismo sistema que favorece a una élite privilegiada. En estos momentos tenemos un gobierno empeñado en mantener la disciplina presupuestaria cueste lo que cueste, aunque haya ciudadanos que tengan que pagarlo con con su vida.
Nunca hubo tanta desigualdad (al menos desde que vivimos en democracia) incrementándose además día a día. La cobertura social del país se esta desmantelando. La corrupción ha alcanzado niveles de escándalo ... y el ciudadano de a pie es el que paga los platos rotos de un festín que se están dando en las altas esferas, demoledor ... .
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http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/31/actualidad/1375269264_738518.html
(tomado de la antorcha de Kraus)
Embarcados en un desarrollismo a cualquier precio no es de extrañar que hagan políticas semejantes, más o menos neoliberales, los Piñera o los Bachelet. Los socialdemócratas puede que sean algo más templados en ciertos aspectos pero cuando los poderes superiores presionan se prestan a barbaridades análogas, sospecho. Ya te diré dentro de un tiempo si vuelve la expresidenta.
ResponderEliminarEsos poderes superiores que citas y que condicionan a los dirigentes en todo el mundo son un hueso duro de roer, pero los ciudadanos deberíamos exigir decencia en la política y sobreponiendonos al hastío, reivindicar la representación de nuestros intereses, los de todos, sin exclusiones.
ResponderEliminarA mi un político medio decente no me parece suficiente, pienso que la honestidad no conoce de medias tintas.
Y hablando de honestidad, desde hace un tiempo vengo leyendo sobre el Presidente de Uruguay, José Mujica, que parece un hombre de principios y una figura que no me deja indiferente. Tengo previsto escribir sobre este mandatario, como contrapunto a la filosofía rapaz de otros que hacen de la política un negocio.
Gracias una vez más por tu participación, un abrazo Fackel!!