"NO HAY UN CAMINO QUE LLEVE A LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO" M. GANDHI
Trátate a ti mismo de la manera que quieres que te traten, no esperes que alguien te dé lo que tú no eres capaz de darte

viernes, 3 de enero de 2025

Un sueño


mujer y flores blancas
Imagen de Ultra_Nancy
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Fe decidió salir a pasear antes de la cena, la tarde había sido especialmente calurosa pero ahora una agradable brisa alborotaba sus cabellos, al fin comenzaba a refrescar. Parada en la entrada de la casa se le ocurrió que antes de salir a caminar podía cortar unas flores para adornar el comedor y se dirigió al jardín. Tenía muchos tipos de flores, algunas especialmente bellas: orquídeas, narcisos, lirios... . Notó que en ese momento su fragancia era muy intensa, seguramente el jardinero las había regado recientemente y ellas respondían liberando su perfume. 

Fue armando el ramo, tomando flores de aquí y de allá hasta que consideró que ya estaba terminado. Y justo cuando se proponía regresar a la casa, algo se le enredó en el pie y tropezó aterrizando violentamente contra el suelo. Todo comenzó a volverse borroso y una sensación de pesadez en la cabeza la envolvió, Fe perdió el conocimiento. 

Al volver en sí, se vio a si misma en una habitación que no conocía, estaba sentada frente a una ventana y mirando un cielo de deslumbrante claridad. Por alguna razón podía ver la escena desde cierta altura y asombrada se percató de que en su espalda empezaban a formarse unas alas blancas y brillantes como de nácar, que se iban abriendo y extendiendo mientras dibujaban irisaciones de muchos colores. Le parecieron tan bonitas e impactantes, igual de un metro o más cada una de ellas. Curiosamente, podía ver cómo se volvían etéreas al contacto con el respaldo de la silla, como si la atravesaran, pero sólidas y de porte majestuoso fuera de sus bordes. La estampa le pareció magnifica. Se preguntó a si misma ¿Qué me está pasando? ¿Qué hago aquí?. Todo era muy extraño pero más que miedo sentía fascinación, como si estuviese en un dulce sueño del que no deseaba despertar.

Se enfocó en el ventanal, un pato salvaje volaba a lo lejos a una altura considerable, también pudo ver a un águila de pequeña envergadura pasearse frente a ella. El animal, tras describir varios círculos se acercó al cristal y emitió un chillido enérgico justo antes de alejarse. Fe, que de pronto se percibía sentada en la silla, subió su mano derecha al pecho e inclino la cabeza sin saber bien el porqué. Tal vez ese encuentro era lo que estaba esperando porque a continuación con un movimiento grácil replegó sus alas y se levantó. Se encaminó hacia la puerta sintiendo que la belleza que adornaba su espalda comenzaba a disolverse como en una bruma pero no le importó. pues de alguna forma era consciente de que se trataba de un regalo efímero.

Apenas había dado unos pasos cuando de nuevo le volvió esa sensación de pesadez en la cabeza y entornó los ojos. Espirales de luz se movían a su alrededor y tuvo la impresión de viajar a través de un túnel luminoso en el que se encontraba muy a gusto. Deseaba con todas sus fuerzas que esa sensación no  terminase jamás, le parecía que nunca antes se  había sentido tan feliz. No obstante, no tardó mucho en comprobar que el túnel se acababa y que podía vislumbrar una escena al final del mismo. Desconcertada, se dio cuenta de que volvía a estar en su hogar, apoyada en una barandilla no muy lejos del jardín y con el ramo de flores en una mano. Lástima pensó, ha sido un sueño tan hermoso.