A mi bella princesa
que nunca has sido rosa como en los cuentos
sino blanca como la nieve
y brillante con reflejos de cristal.
A mi bella retadora
que sacas lo mejor y lo peor que llevo dentro
el amor a un alma que florece, a pesar de mi
que en demasiadas ocasiones me oscurezco
y convierto tus desafíos en huracanes
que solo destruyen y no aportan nada
hasta que me sereno, y te veo tal cual eres
magia hecha movimiento, llena de ternura
de innovadoras y locas ideas
que a veces me trastornan porque no las comprendo
pero no se trata de comprenderte
solo de amarte, en tu complejidad
en tu despertar a lo que crees que es la vida
con el corazón tan grande e inexperto
que se mueve en oleadas que no me dejan indiferente.
A un tesoro tan especial, mi hija:
"te amo, y siento no hacer las cosas mejor
aprendo cada día contigo
pues eres el espejo que refleja mis puntos fuertes y débiles
delicado espejo que quisiera arropar siempre
a pesar de mis tópicos arraigados"
Este es el estado permanente de contradicción de ser madre o padre. Ayer una madre de 87 años me decía que su hijo de 56 dependía tanto de ella que había asegurado que haría como Antonio Flores cuando murió su madre Lola Flores. Ser padre o madre es para toda la vida. Y lo es en permanente estado de incertidumbre. Un hermoso y revelador poema.
ResponderEliminarPienso que por amar mucho a un hijo no le haces dependiente emocionalmente, al contrario, si le amas hasta permitirle que tenga pensamiento propio no te necesitará por mucho tiempo. Otra cosa es que un hijo te utilice, y cada padre/madre sabe dónde poner los límites según las circunstancias. En cualquier caso, es muy complicado como dices, yo estoy en un momento en el que las tormentas entre mi hija yo estallan a menudo y cuando me enfado me sale la rigidez que recibí en mi educación. Pero luego, en frio, soy consciente de que esas rigideces no sirven. Y es sumamente difícil poner límites y dejar a la vez que hagan su camino sin interferir con nuestros juicios heredados, demasiado contradictorio, sí.
EliminarMe alegro de que te guste, es para mi hija, pero lo he compartido con el deseo de conseguir un poco más de luz sobre esta realidad que me escuece.
Una hermosa dedicatoria querida Ana..
ResponderEliminarLos hijos son asi... jajaj sacan los mejor y lo peor de nosotros, quizás porque no hay una receta para ser madres y padres y en parte vamos evolucionando junto a ellos, acompañando sus pasos, a veces queriendo sortear "por ellos"( ilógicamente) los obstáculos, amándolos pero también en ocasiones no permitiéndoles ]"ser, aprender, caerse, levantarse" desestimando involuntariamente el potencial que tienen o que pueden alcanzar si los dejamos levantar vuelo.. siento que ser padres es una hermosa tarea que dura toda la vida, en donde a veces somos maestros y otras somos alumnos. Bellisimo lo que has escrito! Te dejo un fuerte abrazo y te deseo de corazón un hermoso día.
Gracias por tus palabras Eli. No hay receta para ser padres, es cierto. Es un tira y afloja que desgasta bastante, sobre todo si no quieres caer en las imposiciones que un día cuestionaste pero tampoco dejar que las cosas se desmanden. La separación es tan fina que navegas entre dos aguas todo el tiempo. Pero también es una hermosa tarea como dices, que te alegra el corazón cuando ves que avanzan, a su manera, y se repite la historia, aunque vista como madre ahora.
EliminarMe alegra mucho que te guste, al final creo que lo más importante es que el amor no falte nunca, todo se acaba resolviendo y hasta acabamos teniendo un poco más de mano izquierda.
¡Un besito y un fuerte abrazo!
Crítica y autocrítica siempre con una hija. No olvides que si ella cambia tú también sigues cambiando. Nada se para. Todos nos encontramos en el movimiento y en la capacidad de comprensión de los tiempos. Muy bonita confesión la tuya. Si mantienes y evolucionas en el planteamiento los lazos aguantarán el paso de los años. Un abrazo.
ResponderEliminarNada se para como dices, pero aunque todo evoluciona veo que mi hija va pasando por las mismas etapas que yo pase, son otras circunstancias, pero me recuerda tanto a mi que me emociona y a la vez me enfrenta a mis propias contradicciones. El cambio es la única constante, escribí mi propia autocrítica porque quería dejar registrado este momento convulso que pasará, será un capítulo más en el libro de la vida, momento bastante trascendente, pues nos asentamos o nos desequilibramos en función de nuestras vivencias.
Eliminar¡Un abrazo Fackel, buena mañana!
En todo caso es un viaje hermoso de realizar y aprender cada día. Prueba y error, tratando de no dañar, ni apañar y salir airoso bajo su mirada. Más no se puede hacer jaja.... lindo texto sobre algo que nos toca en lo mas profundo. Saludos!
ResponderEliminarEs un viaje hermoso, sin duda, dulce en unas ocasiones y agitado en otras. Lo hacemos lo mejor que podemos, con los conocimientos que tenemos y la mejor voluntad posible. Desde luego, hasta que no te aventuras a ser padre/madre no comprendes realmente en lo que te has metido jajaja.
Eliminar¡Un abrazo JLO!
Es hermoso lo que has escrito para tu hija, tocas el alma con estas palabras tan profundas.
ResponderEliminarMis felicitaciones Ana, vivir es una experiencia de aprendizaje ante los errores, pero el corazón dicta la verdad.
Abrazos
Gracias, de corazón, que como dices nos sabe orientar muy bien, seguramente él es la mejor brújula cuando las otras señales son confusas.
Eliminar¡Te mando un gran abrazo Jorge!
Qué precioso tu escrito, Ana... así son nuestros amores, un espejo donde todo se manifiesta... aprender a mirarse en él nos lleve probablemente toda la vida... un camino compensado por todo el amor que conlleva... Bien hermoso es tu escrito para tu hija, ¡dice tanto! seguramente muchos hemos pasado por esos sentimientos que tan bien describes! Mil gracias por compartir, Ana, abrazo enorme !!
ResponderEliminarGracias Milena. Cuando pienso en mis reacciones ante las ocurrencias de mi hija adolescente, cuando pienso reflexivamente, me doy cuenta de que a veces no soy yo la que responde, es una retahíla de estereotipos que detesto, crítica, menosprecio, intransigencia... quiero soltar todo eso pero es más difícil de lo que parece. Y en eso ando, buscando una luz, como todos supongo, cada uno lidiando con sus propias sombras.
Eliminar¡Besos y un abrazo enorme!
has dedicado un poema muy bonito y sentido a tu hija. no tengo hijos y por eso no puedo verlo desde el lado de la paternidad, pero supongo que también los hijos enseñan a los padres y madres cómo ha evolucionado el mundo, y eso puede ser enriquecedor si se tiene la mente abierta. si alguna vez tengo hijos, pues alguna anécdota de mi juventud contaré de vez en cuando, pero no estaré todo el día dando la matraca en plan "en mi época todo era mejor y lo que hay ahora no vale nada".
ResponderEliminarbesos!
Si te sumerges en la aventura de la paternidad prepárate para cualquier cosa, jajajaja. En serio, es una experiencia única que te saca lo mejor y lo peor, sobre todo si tienes otro "yo" en crecimiento, una montaña rusaaa que merece la pena a pesar de todo.
Eliminar¡Besos, buen día Chema!
Es muy bonito no solo querer a las personas, amarlas, sino hacérselo saber.
ResponderEliminarSaludos.
Cierto, a veces cuesta pronunciar palabras de cariño y afecto, a mi al menos me pasa. Curiosamente por escrito, puedo dejar salir lo que siento con relativa facilidad.
Eliminar¡Un abrazo Pitt!
Una sincera confesión que no siempre es fácil hacerla pública... hacia la persona que la motiva. Si bien uno mismo, como bien señalas, lo tiene claro cuando la serenidad vuelve.
ResponderEliminarGran abrazo Ana. Me consta esa lucha contigo misma. Las lecciones son imparables.
Pienso que lo bueno de compartir tus luchas y descubrimientos en un blog es que puedes decirle al mundo lo que piensas y te ayuda a orientarte un poco. Supongo que sería más lógico hacerlo primero con las personas más cercanas pero a mi me pasa al revés, cuando suelto lo que pienso en una entrada me ayuda a trasladarlo a la vida no virtual.
Eliminar¡Un gran abrazo, buen día Ernesto!
Precioso, sincero, muy emotivo.
ResponderEliminarEn tu poema veo lo duro y difícil que debe de ser críar a un hijo; el esfuerzo por comprender al otro, y el enorme amor que se desprende y aprende en el camino.
Me ha encantado.
Un gran abrazo :)
Me alegra que te guste, yo disfruto mucho con lo que escribes y con todo lo que acompaña tus entradas. Comencé a entender a mi madre cuando tuve a mi hija. No es tan sencillo como pensaba, aunque al final siempre se llega a un punto de equilibrio y a pesar de que padres e hijos vivimos en planetas diferentes, poniéndole amor todo se suaviza.
Eliminar¡Un gran abrazo!
Estoy seguro de que cuando tu hija lea el poema que le has dedicado, escrito a corazón abierto, entenderá tu posición de madre, tus miedos de madre, tus precauciones de madre... sobre todo cuando lea: "...pero no se trata de comprenderte solo de amarte"... Ahí le estás diciendo que por encima de todo la amas de forma incondicional... ese es el amor más grande que una madre puede dar a una hija...
ResponderEliminarEntiendo lo que dices en tu poema, a mí, muchas veces, me pasa igual...
Charles Wadsworth dijo algo así: "Cuando un hombre se da cuenta de que tal vez su padre tenía razón, normalmente tiene un hijo que cree que su padre está equivocado"... La frase rige igual en femenino...
No sé si los padres/madres somos excesivamente protectores, pero si lo somos es por amor...
Me ha gustado tu poema de comunicación maternal...
No es fácil la tarea de ser padres... tampoco lo fue para los nuestros, por lo menos para los míos...
Abrazo
Ana, disculpa, se me había pasado remitirte el enlace donde viene el artículo de Pasolini sobre la navidad:
Eliminarhttps://laantorchadekraus.blogspot.com/2010/12/sin-bondad-ni-blandura.html
No se anduvo con contemplaciones.
Para impersonem:
EliminarEs tan complicado hacerlo bien, como dices, entiendes a tus padres cuando te conviertes en madre o padre. Los años pasan, cada etapa tiene su reto y a medida que crecen comprobamos que han heredado muchas cosas nuestras. Algunas que nos llenan de orgullo y otras que nos hacen replantearnos hábitos arraigados al verlos proyectados.
Me ha gustado mucho tu apreciación, gracias.
¡Un abrazo!
Para Fackel:
EliminarEs una bofetada de realidad. Yo siento algo parecido pero no escapo a ningún lado, me veo cada año pasando por el aro, haciendo gastos absurdos para no decepcionar a la familia, al menos en estas fechas, cebando de mala gana a esa lacra consumista que nos hace perder el rumbo. Intento, no obstante, enfocarme en la parte más positiva, más ratos en familia y encuentros con personas que solo ves en estas fechas, nuevas metas que aparecen cuando repasas el año ... y así no me pongo de mal humor.
Muchas gracias Fackel.
Hola, deseo que tengas muy buenas fiestas de Navidad y mejor año nuevo y para todos los años nuevos. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias. Aprovecharé las cosas buenas que nos dejan estas fechas y prepararé una nueva lista de propósitos como cada año, pues contra todo pronóstico muchos de ellos se cumplen.
Eliminar¡Un abrazo!
Qué bella dedicatoria para tu hija.
ResponderEliminarHermoso y sentido poema.
Qué grande es el amor de una madre.
Felicidades, Ana.
Besos.
Muchas gracias. Pienso que el amor, delicioso, tormentoso ... y a veces hasta equilibrado, es lo que da sentido a nuestras vidas.
Eliminar¡Besos y un gran abrazo!