"NO HAY UN CAMINO QUE LLEVE A LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO" M. GANDHI
Trátate a ti mismo de la manera que quieres que te traten, no esperes que alguien te dé lo que tú no eres capaz de darte

lunes, 25 de febrero de 2013

La sirena varada: Mentiras de fantasía


Casona plantea el dilema entre escoger la verdad, cueste lo que cueste, o aferrarse a la ilusión de la fantasía. Esta obra de teatro considerada por su autor como una comedia, dista mucho en mi opinión de ser muy humoristica. Empieza tal vez en ese tono, pero poco a poco va decantándose más por los derroteros de la tragedia, cuando la realidad comienza a salir a la luz.

Es una historia que comienza con un juego, Ricardo, joven y pudiente, desea experimentar y decide crear su pequeña república de no racionales, reuniendo bajo su techo a unos  personajes muy peculiares.

el mar, la marEl Fantasma, el Pintor de los ojos vendados y Sirena tienen mucho en común, se han visto obligados a meterse en la piel de un personaje para sobrevivir. En el otro extremo D. Florín, ajeno a la sinrazón pone todo su empeño en  destapar lo que sucede relmente. Hay un par de actores más, sirven para ahondar en la historia de la sirena que ya se intuye, pero con ellos se aclara por completo, el padre, que no ha sabido ejercer como tal, y el ruin explotador de ambos, un empresario circense.

Lo que comienza siendo una historia de principios que están por encima de la racionalidad (el pintor que se venda los ojos porque esta cansado de ver siempre los mismos colores) y de sentimientos ensalzados (¿acaso el amor no necesita la verdad? no, el mio no, dice Ricardo) acaba por descubrir el lado más oscuro de unos personajes que sólo son eso, interpretes de una función, que viven una historia que no es la suya pero la encarnan como tal sin remedio.

Al final, Ricardo enamorado es consciente por primera vez de los sentimientos de las personas que le rodean. Tras haberle quitado al  fantasma sus cadenas, descubre los ojos del pintor, y ha de reconocer destrozado el sufrimiento de su amada. No obstante, en medio de tanta conmoción, deja entrever el autor un atisbo de esperanza, besando las manos de María con infinita ternura, Ricardo abraza la realidad.


2 comentarios:

  1. Magnífica obra de Alejandro Casona. Solo lamento no haber podido verla aún sobre las tablas.
    En su día escribí un comentario sobre ella. Aquí te lo dejo por si te interesa leerlo:
    http://dialogosdelobaesteparia.blogspot.com.es/2007/11/la-sirena-varada-alejandro-casona.html
    Un saludo desde la estepa

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario, tu reflexión sobre esta obra es de lo mejor, tienes un blog muy bueno, me ha encantado El gran dictador, te sigo, un saludo amiga esteparia!!

    ResponderEliminar